“Todo puede irse a la mierda, mi amor”

♪ El gobierno no entiende qué le pasa ♫

♫ lo mismo que a cualquiera en su casa ♪

Carlos Melconián reapareció para tranquilizar a todo el mundo. En una disertación ofrecida en el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas dijo, con notable simplicidad “Ojo porque se puede ir todo a la mierda”.

El tipo no se explica cómo puede ser que, habiendo aumentado el déficit fiscal, también les haya aumentado el número de pobres. Bueno, no es un misterio tan insondable, Melconián; simplemente pasó que vinieron ustedes y aplicaron sus medidas económicas.

El incremento de pobres se explica fácilmente por la crisis provocada por “Cambiemos”, que NO existía antes de ellos, y que detonó despidos, desaparición de changas, imposibilidad para mucha gente de acceder a los requerimientos mínimos para no caer en la pobreza, etc etc.

Adicionalmente, deben ser considerados tópicos que no suelen considerarse, como el ingreso de la nueva fuerza de trabajo al mercado laboral de cada año, estimada en unos 500.000 jóvenes.

“Cambiemos”, desde que llegó al poder, ya tuvo cerca de 1 millón de nuevos trabajadores que llegan cuando no sólo no hay trabajo, sino que buena parte del que hay, se pierde.

En la misma medida en que “Cambiemos” provocaba una transferencia de recursos desde las clases del trabajo a las clases más poderosas, también se verificaba un trasvasamiento social descendente, con gente que pasaba de la clase media tradicional a la clase media baja, de la clase media baja a la pobreza, y de la pobreza a la indigencia.

Este fenómeno era tan sencillo de ver, que hasta lo ponderamos en este mismo muro mucho tiempo antes de las elecciones 2015, cuando analizamos qué podía pasar si eliminaban los subsidios a las tarifas de servicios, y a todas las familias del AMBA les aparecía un gasto adicional de varios miles de pesos mensuales. Era obvio que no podrían afrontarlo. Se iban a empobrecer.

No obstante, las medidas de “Cambiemos” fueron mucho más salvajes que nuestras peores proyecciones.

La eliminación de retenciones a la exportación disminuyó notablemente la recaudación; la devaluación salvaje que provocaron hizo que todos los precios se disparen dramáticamente; el aumento de precios sumado al obsceno aumento de tarifas derrumbó el consumo y, con la apertura de importaciones, completaron un cuadro notable para voltear a la actividad por toda la cuenta. Un terrible knock out al trabajo.

¿Cómo le repercute todo esto a los números del gobierno, y por qué hay mayor déficit fiscal que antes? Es bastante simple de comprender.

Con la eliminación de retenciones a campo y mineras, el estado dejó de percibir unos 100.000 millones de pesos (considerando la devaluación provocada).

Con la devaluación aplicada del orden de un 47% y el salvaje aumento de las tarifas, todos los precios de la economía se dispararon hacia arriba, baja drásticamente el consumo y baja drásticamente lo que el estado recauda por IVA. Tanto lo que le reporta el consumidor final, cuanto el que le pagan las empresas que, naturalmente, también facturan menos que antes.

El estado, entonces, percibe mucho menos que antes porque, aún considerando los aumentos nominales producto de la devaluación, la baja de cobro de impuestos es notablemente significativa. La baja del consumo derrumba la recaudación de IVA.

La baja de toda la actividad comercial desde la llegada de “Cambiemos” repercute, naturalmente, en una permanente baja del dinero que le ingresa al estado. No le pueden pagar los impuestos porque, dicho en criollo, se fueron al recontracarajo con los importes, destrozaron la actividad, y no hay forma de pagarles.

Pero el Estado, igualmente tiene que hacer aunque sea una mínima actualización a las jubilaciones, pensiones, subsidios, asignaciones, y salarios de agentes del estado que abona en todo el país. Eso “le aumenta el gasto”, por decirlo de manera simple.

Y entonces la diferencia entre los gastos que le aumentaron, y los ingresos que le disminuyeron, es el aumento del déficit fiscal que preocupa al estado, que Melconián describe como inesperado, y que es sumamente sencillo de comprender.

Tenés más déficit porque gastás más, y recaudás menos. Y la gente se te vuelve más pobre de lo que era.

Y si lo analizás un poquito más, te vas a dar cuenta que es igualito a lo que me pasa a mí en casa, y a todos los que están leyendo este artículo.

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PD: El gravísimo problema de todo este asunto, para el gobierno, es que “Cambiemos” no tiene excusa. Ya nadie con cierto desarrollo neuronal básico le puede echar la culpa de todos estos males a los tipos que estaban antes, porque, si dejamos de lado al 15% más rico del país, el resto de los argentinos vivimos muchísimo peor que en 2015. Y pasaron 17 larguísmos meses.

Fuente Periodico Tribuna