El Bournemouth descendió la pasada temporada de la Premier League al Championshipy marcha segundo a un punto del Norwich. El objetivo de regresar a la máxima categoría del fútbol inglés está intacto, pero un auto quebró la paz.
Alesya Blake, esposa de Neill Blake, jefe ejecutivo del Bournemouth, presumió en redes sociales de su nuevo coche: un espectacular Bentley valorado en 155.000 Euros fue el causal del conflicto.
Todo podría quedar dentro del club, pero Alesya decidió mostrarlo en sus redes sociales con el consecuente enojo del plantel, el cuerpo técnico y los trabajadores.
Es que los asalariados del club están sufriendo recortes en sus nóminas según informa la prensa británica y reproduce As de España.