Para muchos amantes del deporte motor, la expansión de la “onda verde” dentro del mundo de la competición es un sacrilegio. La falta de ruido y el adiós de los motores a combustión generan cierto rechazo en los más ortodoxos seguidores del automovilismo en general. Pero lo concreto es que esta tendencia llegó para acentuarse.
Y así como en tantas categorías ya se desarrollan las disciplinas “alternativas”, que cada vez ganan mayor espacio, la propuesta verde llegó, aunque parezca inverosímil, al desierto del Dakar. Así es: la mítica competencia comenzará a contar con vehículos propulsados por motores eléctricos o a hidrógeno a partir de 2022.
De esta forma, la competencia más exigente del planeta desarrolla un ambicioso plan de transición energética llamado “Dakar Future”, que consta de la transformación de los motores de los coches y de los camiones que disputan la carrera, y apunta a bajar las emisiones relacionadas con la logística necesaria para la organización de la prueba.
En cuanto a los vehículos, el Dakar ejercerá plenamente su rol de laboratorio al aire libre para promover, poner a prueba y validar los avances técnicos de los fabricantes, puesto que los vehículos de carrera de hoy se convertirán en los vehículos de serie de mañana.
A partir del próximo año se creará una categoría específica de “energías renovables” para otorgar mayor visibilidad a los competidores que empleen coches y camiones híbridos, eléctricos, propulsados por hidrógeno u otras técnicas que garanticen una reducción significativa de las emisiones.
El Dakar empezará a apuntar a energías no contaminantes y la electricidad será clave.
Los reglamentos deportivos se adaptarán para tener en cuenta el equilibrio de rendimiento, con el fin de que todos los proyectos sigan siendo competitivos.
En 2026, todos los competidores de élite de las categorías de autos y camiones del Dakar deberán obligatoriamente inscribir vehículos que respondan a la nueva norma, que fijará emisiones muy bajas.
Posteriormente, el desarrollo de estas tecnologías deberá beneficiar también a los competidores amateurs para que puedan, a su vez, cumplir esta exigencia a partir de 2030 si quieren poder participar en el Dakar.
En 2030, todos los competidores de las categorías de autos y camiones del Dakar deberán hacerlo, obligatoriamente, con vehículos de emisiones muy bajas.
Bajo las estrellas de Neom, al norte de Arabia Saudita, Sven Quandt, Director general de Q-Motorsport, el equipo responsable del proyecto Dakar para Audi, presentó el proyecto de un vehículo completamente eléctrico con el objetivo de participar con él en el Dakar 2022 con Audi Sport.
Eric Boudot, Director general de la empresa Green Corp Konnection, presentará un coche de hidrógeno para el Dakar 2023 con GCK Motorsport. Ese mismo año ha sido el elegido por Cyril Despres y Mike Horn para lanzar Gen-Z, su coche de hidrógeno.
El plan Dakar Future empezará a implementarse en 2022.
Por último, Christophe Gaussin, director general del Grupo Gaussin, ha presentado su H2 Road Truck, un camión de hidrógeno con el que espera poder tomar la salida del Dakar 2022.
No fue casual que la presentación se hiciera en Neom. Allí se desarrollará la “ciudad del futuro”, en la que habrá un concepto revolucionario urbanístico, sustentable, con 100% de energía “verde”.
Así, el Dakar también orienta la brújula hacia las energías renovables, con un objetivo preciso y contundente en favor de los vehículos que, pese a los amantes del deporte motor más ortodoxos, avanzan a paso firme por el sendero verde.
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