Fue una noticia guardada bajo miles de llaves. La sorpresa hizo su efecto ya sobre la parte final de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Tokio: Paula Pareto fue una de las elegidas para llevar la bandera olímpica en un reconocimiento que marca su importancia dentro del deporte a nivel mundial.
La judoca de 35 años se despedirá de la actividad deportiva de elite en esta cita olímpica para dedicarle mayor tiempo de su vida a la otra pasión, la medicina. La Peque, ganadora de la medalla dorada en la categoría hasta 48 kilos de judo durante Río de Janeiro 2016, debió alternar su vida como médica y el entrenamiento para los Juegos Olímpicos durante todo el año pasado en el que la pandemia golpeó de lleno al planeta.
El haber sido elegida para portada la bandera olímpica en esta ceremonia de apertura es uno de los reconocimientos más importantes que puede recibir una atleta olímpica junto con el encendido del pebetero.
Después de recorrer parte del estadio con la bandera olímpica, los seis deportistas que portaron la insignia en representación de cada continente le cedieron el paso a un grupo de trabajadores de la salud que terminaron el camino como distinción a la labor que tuvieron –y tienen– en esta pandemia.
Paula cerrará su carrera deportiva este viernes con el combate que tendrá ante la sudafricana Geronay Whitebooi en su divisional de judo. Si logra avanzar durante la madrugada del sábado, podrá acceder a los combates por medalla que se realizarán entre las 5 y las 7 de la mañana de Argentina. Fue medalla de bronce en los Juegos de Beijing 2008 y logró la presea principal en Río 2016.
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Fuente Infobae