Si bien hubo una leve mejora con respecto a la anterior edición, la última Encuesta de Expectativas de Ejecutivos que elabora IDEA arrojó que el 64% estima que la situación económica del país va a estar peor en el próximo semestre. Entre las razones que esgrimen los empresarios, sobresalen el elevado nivel de inflación, la falta de un plan económico, la incertidumbre, la suba del dólar y el cepo cambiario.
Según el relevamiento realizado entre el 12 y 21 de julio, que incluyó a 250 ejecutivos socios de la entidad, un 39% dijo que la situación económica en los próximos seis meses va a ser moderadamente peor y un 25%, mucho peor. En tanto, un 22% consideró que se mantendrá igual, un 12%, que será moderadamente mejor; y un 2%, mucho mejor.
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En tanto, si se analiza por tipo de empresa, la perspectiva en el sector de los servicios es peor: un 68% de los ejecutivos estiman que la situación económica del país va a estar entre moderadamente y mucho peor, mientras que en la industria ese número es del 60%.
Entre las razones que manifestaron quienes ven un horizonte más oscuro sobresalen los factores de la inflación, la falta de un plan económico, la incertidumbre, la suba del dólar, el cepo cambiario, la gestión de la pandemia, la presión tributaria, el aumento del gasto público y el cierre de la economía.
Por su parte, quienes son más optimistas se basan en una mayor apertura de actividades por el levantamiento de las restricciones y una leve recuperación del ingreso por paritarias.
En este sentido, Eduardo D’Alessio, coordinador de la encuesta, dijo que, a nivel de la percepción de la situación económica del país se ha dado un aparente “punto de inflexión” basado en una ligera recuperación. “Cuatro de cada 10 entrevistados (36%) espera alguna evolución positiva de sus ventas, las que parecen haber llegado a un piso”, aseguró.
En cuanto a las exportaciones, un 21% considera que aumentarán entre moderadamente y significativamente, sin cambios respecto a la anterior edición. “Este es uno de los aspectos en que la economía se encuentra expectante”, observó.
Por otro lado, la inversión continúa con una tendencia de recuperación, aunque el balance sigue siendo negativo, al igual que en el saldo del empleo privado y la rentabilidad.
En particular, si se analiza la inversión estimada para 2021 como porcentaje de la facturación anual, los empresarios prevén invertir en promedio un 10%, cinco puntos menos que el año pasado. Esto se explica, según D´Alessio, porque el año pasado se realizaron inversiones proyectadas, a pesar de la pandemia de Covid-19, mientras que este año se observa la caída.
Consultados por los principales factores que aumentarían la competitividad del país, los ejecutivos hablaron de la posibilidad de una reforma impositiva, de bajar la inflación y de un buen funcionamiento de las instituciones y la Justicia. La estabilidad institucional también fue de lo más mencionado cuando les preguntaron por las condiciones que creen importantes para fortalecer e incentivar las inversiones, seguida de una revisión del marco impositivos y laboral.
Para el mantenimiento del nivel de empleo o generar nuevo, en tanto, apuntaron a cambios en las condiciones de contratación, incentivos fiscales, un trabajo conjunto entre el sector público y privado y un mayor diálogo con sectores gremiales.
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Fuente La Nacion