Tras la derrota electoral en las PASO, que provocó un cimbronazo en el Gobierno, el presidente Alberto Fernández emprendió esta semana un operativo de recomposición de su imagen pública, con salidas de “microcampaña” a distintas localidades del Conurbano bonaerense, en las que buscó “escuchar” las demandas y los problemas de las personas antes que encabezar actos con el clásico formato del discurso proselitista.
“Espero seguir haciendo este tipo de reuniones para detectar y escuchar qué es lo que les está pasando”, dijo Fernández en uno de los encuentros de baja escala que protagonizó en los últimos días en Pilar, Ituzaingó y este mismo sábado en Dock Sud, al sur de Avellaneda. “Me dan mucha fuerza”, repitió el Presidente en distintos momentos de la recorrida.
Según pudo saber LA NACION, la idea de los organizadores de este tipo de actividades es que Fernández se muestre más cercano a los ciudadanos, luego del revés electoral que sacudió a la coalición oficialista Frente de Todos en las primarias y de cara a los comicios legislativos de noviembre.
Si bien el formato de encuentros más pequeños hizo recordar a los que encaraba el expresidente Mauricio Macri, cuando mantenía reuniones en casas de familia, Fernández no abandonó del todo el costado político de los encuentros, ya que en todos ellos estuvo acompañado por dirigentes y funcionarios de la zona.
En medio de las internas oficialistas, Manzur y Zabaleta se mostraron junto al Movimiento Evita
En el caso de Pilar, quien participó de la reunión de Fernández con jubilados fue el intendente Federico Achaval; en Ituzaingó, en una charla con empresarios pyme, estuvo el jefe comunal Alberto Descalzo; en tanto que en Avellaneda el “baqueano” fue Jorge Ferraresi, ministro de Hábitat y exintendente de ese municipio.
En distintos videos difundidos por la Casa Rosada se pudo observar a Fernández anotando las demandas de las personas con las que estuvo reunido. Por caso, en Pilar un empresario le hizo notar que “no se conocen la cantidad de programas que hay disponibles” para el sector. Y en Ituzaingó, un jubilado le reclamó “generar fuentes de trabajo”.
En Dock Sud, en tanto, la recorrida fue más al estilo de la caravana peronista tradicional en el Conurbano. “¡Viva Perón carajo!”, le gritaron al Presidente durante una caminata por una feria. Mientras que una madre con su beba en brazos le comentó que por la falta del documento de identidad no pudo anotarse para recibir el IFE el año pasado.
“Estamos tratando de buscar algo nuevo, así que inscribite y estate atenta”, le respondió Fernández. En otra imagen se lo vio ingresando a un almacén junto a Ferraresi, quien le pidió al comerciante que le digan “lo que me contaron la otra vez”. Tras unas palabras, el jefe de Estado lo alentó: “Hay que meterle, no aflojarle, pasamos un tiempo difícil, poco a poco va a ir mejorando”, le dijo mientras le daba una palmada en el hombro.
En la recorrida, Fernández recibió un mate con los colores del club local y se sonrió cuando alguien le dijo: “Le vamos a ganar a Argentinos Juniors”.
Las salidas de “microcampaña” que inició el Presidente, por ahora en distritos del Conurbano, continuarán en clubes de barrio, anticiparon a este diario fuentes gubernamentales. La lógica parece ser que Fernández escuche los reclamos, como una forma de hacer ver que está dispuesto a modificar el rumbo del Gobierno tras el revés en las PASO.
Fuente La Nacion