Messi lanzó dos centros a la cabeza de Marquinhos y también dejó sólo a Ángel Di María para que defina bajo el aguanieve del estadio del Etienne, que se había puesto en ventaja en el primer tiempo mediante Denis Bouanga y luego sufrió la expulsión de Timothée Kolodziekczak.
Esta victoria le permite al conjunto parisino afianzarse como líder de la Ligue 1, porque durante el fin de semana había perdido su escolta Niza (26) y esperaba por lo que haga el Rennes (25) más tarde este domingo.
Pero para el entrenador rosarino Mauricio Pochettino la felicidad por el retorno del español Sergio Ramos luego de siete meses contrastó con la lesión de Neymar, que pisó a un rival y dobló completamente su tobillo izquierdo, lanzando un grito que causa preocupación.
El brasileño debió abandonar el campo de juego en camilla y se esperaba el parte médico oficial del club.
Lo cierto es que Messi, sin ser un partido brillante, volvió a ser determinante justo en la previa de la entrega este lunes del Balón de Oro, donde es candidato a ganarlo por séptima vez por delante del polaco Robert Lewandowski y el francés Karim Benzema.
Fuente Ambito