LA HABANA, Cuba.- Poco después de acabar el proceso de apelación en el Tribunal Municipal de Jovellanos este lunes, la Dama de Blanco e integrante del opositor Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel Sissi Abascal Zamora fue trasladada a la prisión de mujeres de Matanzas, conocida como “la Belloté”.
“Ni siquiera nos dejaron verla o despedirnos”, declaró a CubaNet Annia Zamora, madre de la activista. “Había un despliegue militar grandísimo, muchos policías, boinas negras incluso con armas largas y perros”; el abogado “se sorprendió” cuando se llevaron a Sissi” para ser inmediatamente trasladada a prisión, “nos dijo que eso no lo podían hacer así, que para eso había que comunicar una fecha con antelación”, añadió.
Sissi Abascal, de 24 años, participó junto a su familia en las protestas del 11 de julio (11J) en el poblado Carlos Rojas, del municipio de Jovellanos, provincia de Matanzas. Ese día, según relata su madre, fueron agredidos por brigadas de respuesta rápida y, como consecuencia, la mayor de sus hijas, Lissy Abascal, sufrió una lesión en la cabeza por una botella que le lanzaron partidarios del régimen de las brigadas de respuesta rápida; la herida requirió varios puntos. “Nosotros hicimos una denuncia pero no ha procedido, ni siquiera nos han dado explicación”.
El padre de las jóvenes y esposo de Zamora, el activista Armando Abascal, permaneció detenido por unos 47 días, tras los cuales fue liberado con una multa. Por su parte, Annia Zamora alega que contra ella iniciaron un proceso de investigación y luego le impusieron igualmente una multa.
En el caso de Sissi Abascal, estuvo bajo medida cautelar de reclusión domiciliaria hasta el 3 de noviembre último, cuando fue llevada a juicio, resultando condenada a seis años de privación de libertad por los supuestos delitos de “atentado”, “desacato” y “desorden público”.
“La principal testigo que la acusa es la mayor Silvia Martínez Montero, política de la policía de Jovellanos, quien declara que Sissi la golpeó. En ningún momento Sissi la golpeó. Nosotros sí nos manifestamos, sí gritamos Patria y Vida, Libertad, y pusimos una sábana donde decía Patria y Vida, pero esa oficial ni estaba vestida de policía ni se identificó, ella misma en el juicio dijo que fue (a agredirnos) como mujer revolucionaria. Nosotras fuimos las agredidas”, señaló la también Dama de Blanco Annia Zamora.
Tanto el juicio como la apelación fue “una farsa”, asegura Zamora, “no tenemos derechos jurídicos ninguno, los abogados no cumplen ningún objetivo en casos políticos; (…) la fiscal fue muy agresiva, recalcando en cada momento, cínicamente, que la policía no golpea, que no agrede. ¿Quién golpeó a mi hija, quién nos ha golpeado a nosotros que hemos salido tantas veces (a protestar) como Damas de Blanco? La policía en este país agrede, golpea y hasta mata”.
Sissi Abascal no tenía antecedentes penales que agravaran su situación judicial. Desde los 16 años, siendo testigo del activismo de sus padres por los derechos humanos en Cuba y pese a la violencia constante de los órganos represivos contra su familia, decidió integrarse a las Damas de Blanco, organización liderada por Berta Soler y cuyo propósito es protestar pacíficamente por la libertad de los presos políticos. Desde entonces, relata la madre, ha enfrentando calabozos, detenciones arbitrarias y golpizas.
Pero “desde que supo que podía ser llevada a prisión lo aceptó muy valiente, doy gracias a Dios por tener una hija tan valiente”, refirió Zamora y añadió que Sissi durante la apelación “estaba calmada” aunque no sabía que podía ser trasladada a prisión.
Este lunes también fue ratificada la sentencia de Frank Trujillo, otro manifestante del 11J, igualmente sentenciado a seis años. “Vimos cómo se lo llevaban esposado, suponemos que a mi hija la hayan trasladado en condiciones similares”, dijo Zamora.
Aunque para la madre es muy difícil ver a su hija presa, afirma que la familia continuará exigiendo la libertad de todos los presos políticos: “El consuelo que tengo en este momento como madre, y es un consejo que le doy a todas las madres, es que tengan fe, que a esto (la dictadura) le queda muy poco, esto no aguanta más; ellos (los represores y gobernantes) van a tener que estar en el banquillo de los acusados como ahora están nuestros hijos, y nosotras, las madres, estaremos ahí, con nuestro brazo levantado, y seremos los brazos acusadores de todas esas personas, de todos esos dictadores. Tengan fe, que vamos a ser libres”.
Según Prisoners Defenders hay actualmente en Cuba más de 700 presos políticos, la mayoría de ellos tras el estallido social del 11J. Por su parte, el grupo de trabajo “Justicia 11J” ha documentado la ejecución de 46 procesos judiciales sumarios, y de juicios ordinarios a 204 personas; al menos otras 204 tienen peticiones fiscales y están en espera de juicio.
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Fuente Cubanet.org