La Policía Nacional descarta que los dos cadáveres encontrados ayer en un bar de Parla perdieran la vida debido a una explosión en la cocina y mantiene la muerte violenta como principal línea de investigación. Las dos víctimas son el propietario del local, español de 62 años; y un vecino de la zona, de la misma nacionalidad y 52 años. Según apuntan los primeros indicios, los dos hombres habrían sido apuñalados, si bien será el resultado de las autopsias el que determine las causas exactas de ambas muertes. El hallazgo tuvo lugar sobre las 16 horas de este martes cuando un trabajador de un establecimiento anexo a la freiduría La Espuela, en el número 21 de la calle de Guadalajara, alertada a la Policía de que algo extraño había pasado en el interior. En un primer momento se barajó que la posibilidad de que una pequeña deflagración en la cocina hubiera provocado el trágico suceso; circunstancia que quedó descartada casi de inmediato. Esta misma mañana, el testigo ha asegurado en una entrevista en Antena 3 que el bar «no tenía gas» y que, por ello, «no creía que hubiera sucedido una explosión». «La puerta estaba entreabierta y vi a una persona tirada», ha precisado. Una patrulla acudió hasta allí y forzó la entrada, topándose dentro con los dos cadáveres, numerosos cristales esparcidos y un fuerte olor a quemado. Posteriormente, llegaron agentes de la Policía Judicial y Científica, que inspeccionaron la violenta escena en busca de posibles pistas. Los cuerpos podrían haber permanecido horas en el bar, por lo que todo hace indicar que el ataque mortal tuvo lugar la noche anterior, con el establecimiento cerrado al público. De momento, se desconoce las circunstancias concretas de la supuesta deflagración, que no fue advertida por los vecinos.
Fuente ABC