Por Raúl J. Pérez Rodríguez -Especial Total News Agency-TNA-
Los Servicios de Inteligencia son claramente Servicios Secretos del Estado que coadyuvan a este en el desarrollo de sus relaciones internacionales implícitas, allá donde la diplomacia convencional no llega y representan el medio idóneo para proteger al Estado de las amenazas a su Seguridad Nacional antes de llegar a las hostilidades, operando entre las zonas blanca y gris del conflicto, haciéndolo también en caso de que se llegue a una conflagración abierta.
Las sociedad internacional es descentralizada, inorgánica y anárquica; a pesar de contar con numerosos organismos multilaterales, no dispone de un aparato institucional permanente y de una autoridad mundial supranacional que sea jerárquicamente superior a los Estados, quienes son los sujetos primarios y fundamentales de esta sociedad interestatal.
La anarquía reinante en el concierto de las Naciones – Estados los obliga a generar alternativas y capacidades que les permitan desenvolverse con relativa seguridad dentro del marco de una vorágine insaciable de intereses y objetivos nacionales de diversos Estados en contraposición con los intereses y objetivos nacionales de otros.
La Seguridad Nacional es un concepto político que, aunque carece de una definición generalmente aceptada, se orienta sobre todo al mantenimiento de la integridad, estabilidad y permanencia de un Estado, sobre la base de la atención prioritaria a los niveles de amenazas que perturben o afecten los valores e intereses vitales nacionales. Para las democracias occidentales, la Seguridad Nacional implica garantizar la libertad y el sistema político democrático, la prosperidad y calidad de vida de su población, así como evitar los riesgos y amenazas que representen un peligro para la propia existencia del Estado. Al velar por los intereses vitales del Estado, la Seguridad Nacional se enfoca en garantizar los preceptos establecidos en el articulado de toda Constitución o ley suprema, como lo son la independencia política y económica, la preservación de la soberanía e integridad territorial, la vigencia del estado de derecho, el respeto de los derechos y libertades fundamentales, y la autodeterminación o libre determinación como pueblo.
La Seguridad Nacional se caracteriza por ser de naturaleza Estado – céntrica, por ser el Estado su protagonista, quien para minimizar los riesgos y amenazas que ciernen sobre su existencia, desarrolla una serie de capacidades que van desde la creación y fortalecimiento de un poder militar disuasorio hasta la producción de inteligencia estratégica que permita conocer las capacidades e intenciones de un eventual Estado enemigo.
Un factor esencial del Estado en pro de alcanzar su Seguridad Nacional lo constituye la inteligencia como actividad fundamental que le permite anticiparse a situaciones a través del empleo efectivo de información analizada que fundamente los procesos de toma de decisiones en un contexto internacional caracterizado por la incertidumbre, la ambigüedad, la complejidad y la volatilidad propia de las acciones híbridas y de los conflictos en la zona gris; contando para ello con los Servicios de Inteligencia cuya actuación se orienta en buscar, descubrir, determinar, analizar y evaluar las amenazas existentes a la Seguridad Nacional de origen externo e interno, con la finalidad de producir y entregar inteligencia a las autoridades del gobierno en funciones para que pueda tomar acciones preventivas y reactivas que las afronte y neutralice.
Un Servicio de Inteligencia es un órgano permanente que realiza y cumple la función de inteligencia dentro de un Estado, por lo cual es un instrumento de poder de total exclusividad de este que le ayuda a optimizar la eficiencia y eficacia de la dirección política de la Seguridad Nacional a través de la reducción del nivel de incertidumbre que rodea a la toma de decisiones de los jefes de Estado y/o gobierno, actuando sobre los intereses de la Seguridad Nacional y ejerciendo un impacto directo sobre las amenazas internas y externas de un Estado. Su adscripción organizacional y su trabajo varía de país en país dependiendo de la forma de gobierno, el sistema político y el contexto socio – económico de cada uno; mientras menos democrático es un régimen de gobierno y menos desarrollado social y económicamente esté, los Servicios de Inteligencia tendrán una vocación más orientada a garantizar la seguridad interna a través de la represión política intestina, convirtiéndose en meras policías políticas.
El ejercicio del poder tiene una relación directa con la información, pero con la información analizada y transformada en conocimiento (inteligencia), por lo que la clave del poder se basa en conocer para dominar y evitar ser conocido para no ser dominado; premisa ésta que bien puede adaptarse: “la clave de la Seguridad Nacional se basa en el conocimiento (inteligencia) para garantizarla y en evitar ser conocido (Secretos de Estado) para que no sea vulnerada”. El Secreto de Estado parte del hecho de que el Estado no se encuentra aislado, sino que convive y coexiste con otros Estados, por lo cual a partir del momento en el que exista un solo Estado que no sea transparente, el Estado que lo sea se encontrará en una situación de desventaja competitiva y esto representaría una vulnerabilidad que podría ser aprovechada por otros Estados para amenazar su Seguridad Nacional.
Como el Estado no está aislado, sino que forma parte de una comunidad internacional e interestatal anárquica, mientras existan Estados que tengan secretos se justifica plenamente que otros Estados también se manejen con ciertas esferas de información secreta, normalmente orientadas a alcanzar los intereses y objetivos nacionales, así como a garantizar la Seguridad Nacional; estos Secretos de Estado se agrupan en cuatro grupos o categorías de interés vital para el mismo: relaciones militares o de defensa, actividades económicas, relaciones exteriores y diplomacia. Pueden existir Secretos de Estado de vocación interna cuando la seguridad interior y la Carta Magna se ven amenazadas por factores endógenos.
Los Servicios de Inteligencia son claramente Servicios Secretos del Estado que coadyuvan a este en el desarrollo de sus relaciones internacionales implícitas, allá donde la diplomacia convencional no llega y representan el medio idóneo para proteger al Estado de las amenazas a su Seguridad Nacional antes de llegar a las hostilidades, operando entre las zonas blanca y gris del conflicto, haciéndolo también en caso de que se llegue a una conflagración abierta.