A la agenda que imponen las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el viaje a China del presidente Alberto Fernández, la inflación y el COVID, hay otro punto, por ahora menor, pero que se le presta atención en el Gobierno: las criptomonedas.
De hecho, la AFIP comenzó a trabajar a fines del año pasado en nuevas herramientas para garantizar la trazabilidad y transparencia en el minado de criptomonedas y en la intermediación de esos activos para garantizar que se cumpla con la normativa tributaria.
La AFIP trabaja junto al Banco Central y el Ministerio de la Producción.
Lo que preocupa en el Gobierno, además de cobrar los impuestos, es que “las granjas”, así se llaman a los espacios dónde se producen las criptomonedas, utilizan una cantidad de energía más que importante. Y en la Argentina, la energía es barata, por lo tanto, el país se convirtió en un imán para muchos inversores que pueden pagar la energía a bajo costo y vender lo que producen en dólares.
El interés oficial se da en el medio del derrumbe del mercado de criptomonedas registrado en los últimos días, con caídas de hasta 11% en sus valores, con el Bitcoin, la principal criptomoneda por capitalización de mercado, en su nivel más bajo de los últimos seis meses.
Además, durante la última semana, según la agencia Télam, “las criptomonedas sufrieron por diversos motivos; entre ellos, la corrección en los papeles tecnológicos de las bolsas mundiales pues el índice tecnológico de Wall Street, el Nasdaq, cayó un 5% en ese lapso”.
Tal situación de venta de acciones tecnológicas generalmente ocurre cuando suben los bonos del Tesoro en Estados Unidos y cuando desde la Reserva Federal (FED) avanza en una política monetaria de elevar las tasas.
Pero no son menos importantes, para la caída de las criptomonedas, las regulaciones que viene teniendo el sector.
Durante la semana pasada, “Reino Unido, España y Singapur tomaron medidas para regular las promociones y la publicidad relacionada con criptomonedas. En el caso de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores estableció que, a partir del 17 de febrero próximo, las publicidades deben indicar claramente que se trata de un mercado no regulado, y deben advertir que estas inversiones no son apropiadas para los inversores minoristas debido al riesgo de pérdidas”, dijo Télam.
No obstante, el último golpe para las criptomonedas provino la semana pasada de Rusia cuando el banco central de ese país propuso prohibir completamente tanto el minado como el intercambio de dichos activos, al considerar que representan un riesgo a la “estabilidad financiera y a la soberanía de la política monetaria”.
Fuente El Cronista