LOS ÁNGELES, Estados Unidos.- Otra intensa jornada vivieron decenas de cubanos residentes en Los Ángeles unidos a varios miembros de la sociedad civil independiente cubana invitados a la IX Cumbre de las Américas.
El Movimiento Cuba Decide, liderado por Rosa María Payá, hizo una protesta cívica en el reconocido paseo dedicado a las estrellas artísticas, donde al lado de los nombres de artistas famosos fueron colocados los de los presos políticos cubanos.
A las 4:00 p.m. el salón Orpheum del hotel Índigo volvió a ser sede de otro panel, esta vez identificado con la pregunta “¿Presos por qué?”.
El encuentro versó sobre la situación de los presos políticos en Cuba, Nicaragua y Venezuela, y comenzó con las palabras de la señora Debbie Murcasel-Powell, asesora especial para la Cumbre de las Américas, quien se refirió a la situación de las personas encarceladas por razones políticas en esa tríada totalitaria.
Al analizar sus palabras sobre la crítica situación existente en esos países se refirió a las restricciones que sufren en ellos elementales derechos humanos y al sostenido ejercicio de la represión gubernamental contra toda muestra de disenso.
A continuación fue proyectado un video con un mensaje del señor Brian A. Nichols, Secretario Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de EE. UU., quien se refirió a la represión sistemática que las autoridades de estos países ejecutan contra adversarios políticos, periodistas independientes y defensores de los derechos humanos, enfatizando en el caso cubano, donde la represión ejercida por las autoridades contra los manifestantes del 11 de julio de 2021 no es algo novedoso, sino la reiteración de una práctica violatoria de los derechos humanos que es intrínseca al castrismo. Nichols señaló que el gobierno de los EE. UU. está al lado del pueblo de estos tres países en su lucha por la restauración de la democracia y el respeto a todos los derechos humanos.
Inmediatamente después se proyectó el video “Gritos de libertad”, que recoge el testimonio de Anamely Ramos, cubana; Munira Muñoz, venezolana y Victoria Cárdenas, nicaragüense, presentes en el panel.
Luego Anamely Ramos, quien fue profesora universitaria en Cuba y miembro del Movimiento San Isidro (MSI), se refirió a la situación de los presos políticos cubanos, centrándose en los casos de Maykel “El Osorbo” y Luis Manuel Otero Alcántara. Denunció que los dos han sido privados de hacer llamadas telefónicas a sus familiares solo por haber enviado mensajes al exterior de la cárcel donde se encuentran. Expuso que el régimen comunista cubano ha tratado de presentarlos ante la opinión pública nacional e internacional como delincuentes cuando en realidad se trata de dos artistas, uno de ellos ganador de dos premios Grammy.
Victoria Cárdenas, empresaria nicaragüense, se refirió a lo ocurrido a su esposo Sebastián Chamorro hace alrededor de un año, quien fue secuestrado en horas de la noche en su domicilio por la dictadura sandinista, desconociéndose su paradero varios meses. Relató cómo más de cuarenta policías invadieron su casa, apresaron a su esposo y se llevaron numerosos bienes, alegando que durante el tiempo de reclusión —superior a un año— su esposo solo ha recibido siete visitas y que en todo ese tiempo ella no ha podido conversar telefónicamente con él ni tampoco ha recibido ninguna carta.
Munira Muñoz, activista venezolana defensora de los derechos humanos, se refirió al trabajo desempeñado por el Foro Penal a favor de los presos políticos de su país y cómo se vinculó a ese grupo a raíz del encarcelamiento de una hermana suya que actualmente se encuentra en libertad aunque sujeta a control policial y judicial. Según su testimonio, en estos momentos hay más de quince mujeres venezolanas presas por motivos políticos y resaltó el caso de Emislendris Benítez y del esposo de esta, acusados de la presunta comisión de graves delitos comunes y políticos, entre ellos un supuesto plan de atentado contra Nicolás Maduro. Munira afirmó que Emislendris fue detenida hallándose embarazada y que debido a una pateadura que sufrió en la prisión perdió la criatura. Actualmente esta prisionera política se halla en silla de ruedas debido a varias enfermedades, alguna de ellas surgidas durante su internamiento. La Organización de Naciones Unidas declaró arbitraria su detención y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una medida cautelar a su favor. Aun así la dictadura venezolana se niega a ponerla en libertad.
Carlos Quesada, abogado, periodista y director ejecutivo del Instituto de Raza, Igualdad y Derechos Humanos, con sede en Washington, expresó que estos tres países usan su legislación para reprimir toda disidencia y que en ellos el sistema judicial no respeta las normas que regulan el debido proceso, niegan a sus ciudadanos presos la asistencia médica e impiden los viajes al exterior de los activistas defensores de los derechos humanos para que no puedan denunciar dichos atropellos. Quesada también afirmó que de forma coincidente con una práctica judicial cubana, en Nicaragua se aprecia que ya es común la imputación de delitos comunes a los opositores políticos para encubrir las causas reales de su detención y procesamiento, y que en Venezuela hay en estos momentos 238 presos políticos, la mayoría exmilitares acusados de planificar presuntas acciones militares contra la dictadura de Nicolás Maduro y que la mayoría de ellos han sufrido torturas y son mantenidos presos sin proceso judicial más allá del tiempo establecido en la ley.
El panel concluyó con la intervención del señor Edgard Stuardo Ralón, Relator para Cuba de la CIDH, quien expresó que con relación a este país dicha institución ha destacado por años el contexto represivo existente allí desde hace varias décadas y que esa represión se ha recrudecido después del 11 de julio del pasado año con el objetivo de aplastar toda muestra de disenso. También dijo que la CIDH conoce de las condiciones de hacinamiento, insalubridad, aislamiento y la falta de medicamentos y de asistencia médica en las prisiones cubanas.
En cuanto a Nicaragua, el relator se refirió a la persecución recibida por varios excandidatos a la presidencia del país, actualmente presos y que también en este país se aprecian numerosas violaciones a los derechos humanos.
Por último, expresó que la CIDH ha recibido denuncias sobre violaciones similares en el caso de Venezuela, donde se aprecia un ascenso en la criminalización del disenso, la dependencia del poder judicial con respecto al ejecutivo, la postergación indefinida de los juicios a los opositores políticos así como el fallecimiento de varios de ellos en prisión, después del 2015, concluyendo que ante este lamentable panorama la CIDH se mantendrá exigiendo a estos países respeto por los derechos humanos y la democracia, y reiteró su solidaridad a los familiares de los presos, condenando la instrumentalización de la justicia con fines políticos.
A punto de concluir el evento, la expresa política nicaragüense Irlanda Jerez dirigió vibrantes palabras a la audiencia invocando a una unión continental contra todos los regímenes totalitarios y que ningún preso político debe ser olvidado.
Un acto de encendido patriotismo
Pocos minutos después se realizó un acto convocado por la organización Cuba Decide, liderada por Rosa María Payá, la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia y la Fundación para la Democracia Panamericana.
El encuentro comenzó con la proyección de un documental que impactó hondamente a la audiencia y que narra cómo ocurrió la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero.
En dicho acto intervino la joven Claudia Genlui, curadora de Arte y activista defensora de los derechos humanos en Cuba y también, a petición de Rosa María, este suscribiente.
A continuación, hizo uso de la palabra el senador chileno Javier Macaya, quien expuso sus ideas acerca de cómo se puede romper el muro de complicidad creado por la dictadura cubana.
Luego “El Funky” interpretó el tema “Diazcarao”, de su autoría, y posteriormente Yotuel Romero expuso algunas valoraciones sobre la realidad cubana, mencionando el temor que siente la dictadura ante algunos fenómenos artísticos y sociales como el MSI o una canción que puede convertirse en instrumento movilizador, como ha ocurrido con “Patria y Vida”. Yotuel aseguró que resulta importante mantener la presencia de la oposición en las redes sociales y encomió la labor de los influencers Eliécer Ávila y Alexander Otaola, este último presente en el acto.
El encuentro terminó con la interpretación de la canción “Patria y Vida” coreada por todos los asistentes.
El cierre de la jornada
Las actividades de la sociedad civil independiente cubana cerraron en la galería de arte contemporáneo Gloria Delson, en el downtown angelino, donde Salomé García, defensora de los derechos humanos en Cuba, presentó un libro que reúne una compilación de artículos publicados sobre Luis Manuel Otero Alcántara desde 2018.
El libro fue editado por Ladislao Aguado, director de la Editorial Hypermedia y en él se documenta todo lo ocurrido al artista desde ese año hasta su detención.
En la galería también fue inaugurada una exposición de artes plásticas con obras de varios artistas jóvenes cubanos, incluidas algunas del propio Otero Alcántara.
Sin dudas esta ha sido una jornada intensa donde la voz independiente y democrática de la sociedad civil cubana se hizo sentir.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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Fuente Cubanet.org