Entre los hinchas hay entusiasmo. Y hasta promesas. Ya son varios los que avisaron que si Arturo Vidal se pone la azul y oro, se cortaran el pelo para imitar su famosa cresta. El “nació para jugar en Boca“, con el que Juan Román Riquelme inició el plan seducción por el chileno, se instaló definitivamente en la gente. Pero hay más noticias para este boletín, claro…
En el Consejo, por su parte, no están dispuestos a hacer ninguna “cosa loca”… en lo económico, como dijo el Patrón Bermúdez. Pero, en silencio, avanzan en la gestión. A tal punto que primero le avisaron cuánto podrían llegar a pagarle y de qué manera. Y en estas horas, incluso, le hicieron llegar la primera propuesta formal: es por tres temporadas, con una cláusula de salida al año y medio, en diciembre del 2023.
Arturo Vidal está en Chile y fue a mirar a Colo Colo.
Como si fuera poco, ahora tiene una carta extra, acaso también tentadora: la camiseta número 10 está libre. Espera por un crack. Y el chileno lo es. Es cierto que es una casaca que nunca usó en su carrera, pero la partida de Salvio la deja libre y, por otra parte, bien le calzaría a una figura de su talla.
El Rey Arturo, en el Inter, hoy usa el número 22, el mismo que usó en Barcelona, y que hoy en Boca utiliza Sebastián Villa. Antes, tanto en su inicio en Colo Colo como en el comienzo de su estadía europea, el volante usó la 23 (Bayer Leverkusen, Juventus y Bayern Munich), que en el Xeneize está en poder del Pulpo González. Y en la selección chilena es el dueño de la 8, que en el plantel de Battaglia es de Pol Fernández.
Mientras Vidal pasa el último tramo de sus vacaciones justamente en su país, ahora en familia, luego de disfrutar de las playas de Tulum, jugar un partido de estrellas en Miami, pasar unos días en Colombia (de ahí es su pareja), Boca espera por una semana clave: más allá de si el equipo logra pasar a Corinthians y clasificarse a cuartos de la Copa, la decisión de ir por el chileno está tomada.
Fuente OLE