Íñigo Bregel extraña su Cantábrico. En cada respuesta sueña con una ola que cabalgue. No se ve eternamente en Madrid, pero el líder de Los Estanques sabe perfectamente que la gloria pasa por Madrid, aunque para ello haya que sacrificar jornadas de salitre y tabla. Tiene un hablar pausado en el estudio, del que acaba de salir Annie B. Sweet. Cinco años en la Capital tampoco dan para hacerse una completa composición de lugar; más si como él va a la tierruca y vuelve cuando puede. El día mismo de la entrevista bajó de la Montaña para encerrarse entre bafles y su perro Ludius (llamado así por la etimología), que está ajeno a la conversación. Nunca sublimó Madrid porque nunca… Ver Más
Fuente ABC