La base monetaria volvió a expandirse en julio y lo hizo por encima de la inflación esperada por el mercado. El incremento nominal del 8,2% que registró durante el mes pasado ejerce más presión al índice de precios y es uno de los principales frentes que tendrá que afrontar nuevo equipo económico que lidera Sergio Massa.
Las consultoras privadas estiman que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) habría marcado en julio una aceleración mensual de entre 6,8% y 7,6%, por lo que la variación de la base monetaria del mes pasado habría resultado expansiva en términos reales.
Si bien Massa afirmó que devolverá al Central $ 10.000 millones de adelantos transitorios, el crecimiento mensual de la base monetaria en julio fue de $ 320.850 millones. De este modo, la misma ascendió a $ 4,212 billones en el promedio del mes pasado, según precisó la entidad en su informe.
No obstante, la autoridad monetaria indicó que esa variación, ajustada por estacionalidad y a precios constantes, significó una contracción del 0,5% mensual y 13,9% interanual. A la vez, destacó que la base monetaria representa el 5,2% del PIB, cifra en torno a los mínimos valores desde 2003.
El Central afirmó que la emisión de pesos de julio se realizó principalmente para intervenir en los bonos CER y, en menor medida, en el mercado cambiario. A la vez, sostuvo que la liquidez derivada de esa mayor oferta monetaria fue parcialmente compensada con la absorción a través de Leliq y pases pasivos.
“En línea con la emisión de dinero para recompra de títulos ($1,2 billones entre junio y julio) y la esterilización necesaria ante la baja demanda de dinero, los pasivos remunerados alcanzan nuevamente niveles del 11% del PIB (en sintonía con el máximo alcanzado en el primer trimestre de 2018)”, destacó LCG.
Los analistas de la consultora estimaron que para el resto del año se prevé que el financiamiento monetario sea casi nulo y que, ante la necesidad de cubrir gastos en el mercado financiero, seguramente Finanzas se verá obligada a subir más las tasas, lo que “deberá tener algún correlato en la tasa de pasivos remunerados”.
Fuente El Cronista