Junto con el mayor dato de inflación mensual en 20 años, en forma concertada el Banco Central y el Ministerio de Economía dispusieron ayer un sacudón monetario.
El Central llevó la tasa de referencia más cerca de la inflación esperada para todo el año. El Tesoro, en letras a 90 días se financió y logró aspirar pesos con una tasa de 100 por ciento.
El exorbitante dato de los precios no trae buenos augurios. La inflación core fue de 7,3%, apenas una décima debajo del IPC general. Los precios regulados avanzaron en julio 4,3%, sin el peso de los mayores aumentos de las tarifas.
El apretón monetario apunta también a cerrar la brecha, a frenar la demanda de dólares y calmar las expectativas devaluatorias de la moneda.
La gravedad de la situación quedó plasmada en cambios de estrategia del Banco Central: se adelantó a la difusión del dato del IPC y a la comunicación del directorio y fijó su postura de tasa en una sorpresiva licitación de Leliq cursada a través del Siopel, sistema de negociación interbancario.
Allí plantó la nueva tasa de referencia en 69,5% contra el 60% en que se ubicó tras la última modificación, hace apenas dos semanas. Fueron 950 puntos, movimiento sin antecedentes desde 2019.
Fuente El Cronista