En la Argentina, los llamados al diálogo no suelen ser el punto de partida de un gobierno. Es un gesto que la clase política elude porque lo considera una señal de debilidad, un paso que se vuelve innecesario por el simple hecho de que la sociedad acaba de transferir todo el poder del voto al presidente elegido en las urnas. Pero ese diagnóstico cambia de color a medida que pasan los meses y las complicaciones afloran. En un país que vive de crisis en crisis, siempre llega el momento de pedir aportes para sortear las dificultades. Y ese es el momento en el que todos se dan cuenta de que deberían sellarse los consensos antes de ir a una elección, porque los acuerdos no implican subestimar la capacidad de gestión de quien llega, sino darle real dimensión a las respuestas que requiere una economía que tarde o temprano choca con sus propias limitaciones.
En el encuentro del Consejo de las Américas realizado ayer, hubo varias expresiones a favor del diálogo. La más llamativa fue la que encarnó Marc Stanley, el embajador de Joe Biden, que aconsejó no esperar 16 meses a la llegada de un nuevo gobierno. “Tienen que trabajar en acuerdos desde ahora, tienen los insumos y el mundo tiene la demanda”, remarcó.
La más potente fue la que encarnó el propio Massa, porque ratificó la idea del representante de Estados Unidos en Buenos Aires. “En los próximos meses no hay elecciones, sería bueno aprovechar para encontrar acuerdos o consensos básicos para el desarrollo de la Argentina”, subrayó el ministro. El titular de Economía está interesado en que la oposición lo acompañe con varias iniciativas que no pudieron avanzar en el último año, como las leyes para estimular las inversiones en los sectores energético, petrolero y agroindustrial.
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Massa adelantó que el Presidente convocará a empresarios y trabajadores para encontrar respuestas consensuadas a la pérdida de ingresos que provocó la inflación, un gesto que los empresarios están dispuestos a acompañar pero sin dejar de seguir con atención hasta dónde se pone de acuerdo la política.
Horacio Rodríguez Larreta también habló de acuerdos, aunque su foco fue su propio frente interno. Para el jefe de gobierno porteño, hace falta “construir una verdadera coalición que trace un rumbo que se sostenga por años”.
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Como queda a la vista, sentarse alrededor de una mesa a buscar respuestas es un paso que todos están dispuestos a dar. Pero hace falta poner menos condiciones previas y más voluntad de avanzar. Porque de lo contrario, siempre será un objetivo declamado que solo será atendido cuando la crisis de turno aparezca.
De preguntar si pueden llegar, a si puede durar
Fuente El Cronista