El primer ministro en funciones, Yair Lapid, se reunió con el ex primer ministro y líder de la oposición, Benjamín Netanyahu, para discutir sobre el inminente acuerdo nuclear iraní, un tema que polariza la política israelí de cara a las elecciones de noviembre.
«En cuestiones de seguridad nacional no hay oposición ni coalición en Israel. Israel es fuerte y trabajará unido para salvaguardar nuestros intereses de seguridad contra cualquiera que intente perjudicarnos», dijo Lapid en la reunión, según un comunicado de su oficina.
Sin embargo, Netanyahu se dirigió a la prensa después de la reunión para acusar a Lapid y al ministro de Defensa, Benny Gantz, de «dormirse» mientras permiten que Irán llegue a un acuerdo que, asegura, perjudicará a Israel.
Aunque prometió apoyar cualquier medida «decidida» del Gobierno contra Irán, aseguró que sus funcionarios deberían presionar al Congreso de Estados Unidos y hablar ante los medios de comunicación de ese país.
Lapid explicó que busca «luchar contra este acuerdo con toda la fuerza, pero sin dañar los lazos estratégicos con Estados Unidos».
«Todavía estamos pagando el daño causado por el discurso de Netanyahu en el Congreso, que llevó a la Administración estadounidense a cesar su diálogo con nosotros y a impedirnos hacer correcciones al acuerdo», subrayó.
Lapid se refería a la controvertida ponencia en 2015 que hizo Netanyahu ante legisladores de Estados Unidos en contra del acuerdo nuclear, en momentos en que el entonces presidente estadounidense, Barack Obama, buscaba la firma del histórico pacto.
Aunque, de forma general, tanto Gobierno como oposición en Israel coinciden en rechazar el acuerdo nuclear, en los últimos días se ha politizado el asunto en medio del ambiente electoral de los comicios de noviembre.
«Tengo un mensaje claro para los ayatolás de Teherán: el 1 de noviembre llevaremos a Israel un liderazgo fuerte y decisivo que garantizará que, con o sin acuerdo, nunca tendrán armas nucleares», escribió Netanyahu en Twitter.
El primer acuerdo nuclear iraní, establecido en 2015, quedó sin efecto en 2018, cuando el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, se retiró unilateralmente en parte por la presión de Netanyahu, quien en ese momento era primer ministro.
Al llegar a la Casa Blanca, Joe Biden mostró su voluntad de reincorporarse al acuerdo y desde hace 16 meses la Unión Europea negocia con Irán en nombre de las potencias G5+1 (EE.UU, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China) un nuevo acuerdo, cuya firma es aparentemente inminente.
El Gobierno israelí, de su lado, ejerce una amplia lucha diplomática para evitar que esto se materialice.
Recientemente, Gantz y el asesor de seguridad nacional, Eyal Hulata, fueron enviados a Estados Unidos, mientras que David Barnea, jefe del Servicio de Inteligencia Exterior israelí, el Mosad, viajará a Washington la próxima semana.
Yossi Cohen, exjefe del Mosad, afirmó en Suiza que Israel llevó a cabo «innumerables operaciones» contra el programa nuclear de Irán, incluso «en suelo iraní», cuando dirigía la agencia de espionaje.
Cohen destacó una operación en que se obtuvieron archivos nucleares iraníes, que según él demuestran que Teherán ha mentido sobre las dimensiones militares de su programa atómico.
Al frente de su partido Likud, Netanyahu lidera la oposición de cara a las elecciones de noviembre, las quintas que celebra Israel en menos de cuatro años tras un largo período de inestabilidad y parálisis política, que llevó a la disolución del Parlamento el 30 de junio. EFE
Fuente Aurora