Las negociaciones sobre el restablecimiento del acuerdo de 2015 se encuentran en la recta final, aunque las partes parecen estancadas para llegar a una resolución.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, consideró hoy que hay un “retroceso” en la última propuesta de Irán para volver al acuerdo nuclear de 2015, conocido como JCPOA, por el que Teherán renunciaba a desarrollar armas atómicas a cambio del levantamiento de sanciones internacionales.
“En las últimas semanas, hemos cerrado algunas brechas. Irán se había alejado de algunas demandas extrañas, demandas no relacionadas con el propio JCPOA. Sin embargo, la última respuesta nos hace retroceder”, indicó Blinken durante una rueda de prensa en la OTAN tras reunirse con el secretario general aliado, Jens Stoltenberg.
El jefe de la diplomacia estadounidense dejó claro que “no vamos a aceptar un acuerdo que no cumpla con nuestros requisitos básicos que intente introducir continuamente demandas extrañas que no son relevantes para el propio JCPOA”.
Blinken reconoció que se trata de una negociación y que hay “idas y venidas”. “Tenemos una respuesta de Irán a lo que ha planteado recientemente la Unión Europea. Lo hemos estado estudiando junto con los socios europeos y, por supuesto, no voy a negociar nada en público”, comentó.
En cualquier caso, señaló que esa respuesta supone un retroceso.
“Si concluimos un acuerdo es solo porque hará avanzar nuestra seguridad nacional. El presidente (de Estados Unidos, Joe Biden) está centrado en eso. Y lo que acabamos de ver de nuevo, parece que nos hace retroceder, no avanzar”, subrayó.
Las negociaciones sobre el restablecimiento del JCPOA se encuentran en la recta final, aunque las partes parecen estancadas para llegar a una resolución.
La Unión Europea (UE) presentó en agosto una última propuesta para salvar el acuerdo, a lo que Irán y Estados Unidos han presentado sus comentarios.
Teherán condiciona volver a cumplir el JCPOA a que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) dé por finalizadas unas investigaciones de salvaguardias (controles nucleares) sobre trazas no declaradas de partículas de uranio hechas de forma artificial.
El OIEA detalló esta semana en un informe reservado en Viena que Irán aumentó en tres meses, hasta los 55,6 kilos, sus reservas de uranio enriquecido al 60 %, una pureza cercana al nivel necesario para fabricar bombas atómicas.
El informe precisa que la cantidad de uranio enriquecido a diferentes niveles (2 %, 5 %, 20 % y 60 %) aumentó entre mayo y agosto en 131,6 kilos, hasta 3.940,9 kilos, muy por encima de los límites establecidos por el acuerdo de 2015, que Irán dejó de cumplir en 2019 tras la retirada de Estados Unidos del pacto.
Irán justifica la producción de uranio enriquecido hasta un 60 % como material dedicado a fines médicos. EFE
Fuente Aurora