El 3 de noviembre, cuatro cohetes fueron lanzados desde Gaza hacia el sur de Israel. Uno de los cohete fues interceptado por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro y los otros tres cayeron en la Franja.
Por el Dr. Kobi Michael
Los cohetes fueron disparados, con un alto grado de certeza, por la Yihad Islámica Palestina en respuesta a la muerte de una figura clave de la organización en Yenín a manos de las fuerzas de seguridad israelíes.
Esta es la segunda respuesta de la organización a la eliminación de un cabecilla de la Yihad Islámica en el norte de Cisjordania, y debe entenderse como un intento de la organización de conectar las diferentes arenas y mantener una ecuación de disuasión (que mayormente parece fracasar) contra Israel.
Esta vez también, la respuesta de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), la voladura de una instalación subterránea de Hamas dedicada a la producción de motores para cohetes, fue aceptada como una movida final del evento y desató las críticas públicas en la Franja de Gaza contra la Yihad Islámica y el silencio de Hamas, lo que señala una falta de apoyo e incluso reservas en torno a la reacción.
El hecho de que tres de los cuatro cohetes cayeran en el territorio de la Franja de Gaza indica una menguada idoneidad técnica, o al menos la baja capacidad técnica de los cohetes en posesión de la organización.
No es imposible que la reducida competencia técnica sea el resultado del daño severo al comando y al despliegue técnico de la organización durante la Operación Alba.
El lanzamiento de los cohetes puede verse incluso como una debilidad de la organización, que optó por hacer lo mínimo y tal vez tratar de levantar el ánimo de sus miembros en el norte de Cisjordania.
La organización sufrió golpes críticos tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania, y el grupo La Guarida del León (Lion’s Den), que tomó la iniciativa en el inicio de operaciones terroristas, ha perdido activos importantes, parece estar debilitándose y tal vez incluso desintegrándose.
Los logros de las FDI y el establishment de seguridad israelí son ciertamente impresionantes cuando se trata de daños a la infraestructura de las organizaciones terroristas y sus miembros.
Además, el liderazgo de la Yihad Islámica en la Franja de Gaza parece encontrarse en curso de colisión con Hamas, que busca mantener la calma en ese enclave costero tanto como sea posible para lograr una mejora económica generalizada y la restauración de las infraestructuras terroristas que fueron gravemente dañadas en la Operación Guardián de las Murallas.
Sin embargo, a pesar del debilitamiento de la Yihad Islámica en la Franja de Gaza y Cisjordania y de los graves daños a la Guarida del León; el verdadero desafío que enfrenta Israel en estos días no son necesariamente las organizaciones, sino la lucha cognitiva y el ethos de la resistencia a la luz de la decadencia de la Autoridad Palestina.
Israel tiene que encontrar la manera de dañar a las organizaciones terroristas y sus capacidades sin fomentar el espíritu de resistencia y sin intensificar la lucha cognitiva, que bien podría llevar al público palestino a unirse activamente a la lucha.
Al mismo tiempo, el interés de Israel es frenar el proceso de declive de la Autoridad Palestina y redirigirlo para mejorar su gobernanza.
El sistema palestino está más cerca de una peligrosa pendiente resbaladiza de lo que ha estado desde la Segunda Intifada, y cuando éste acelera su descenso por la pendiente; Israel también puede caer.
Fuente: INSS The Institute for National Security Studies
Fuente Aurora