La situación financiera de la Argentina una vez más luce muy complicada en el corto plazo. El país hace más de cuatro años que no tiene crédito en dólares en mercado internacional.
También el Fondo Monetario Internacional agotó su capacidad de crédito y sólo renueva vencimientos. Hoy, como en junio, el Gobierno se está quedando sin crédito local en pesos.
El único prestamista importante es el Banco Central, que emite y compra deuda pública alimentando la suba del “contado con liquidación” y los precios.
El economista Juan Ignacio Paolicchi, de Empiria Consultores, mostró un gráfico en Twitter que habla por sí mismo: “El plazo promedio de colocaciones del Tesoro se desploma a mínimos: son apenas a dos meses de vida promedio a tasas superiores al 100% anual. El mínimo de esta gestión, que evidencia el estrés en la curva de pesos”, consignó.
Temor al reperfilamiento
¿Cuál es el temor de los inversores? La palabra maldita es el “reperfilamiento”, vocablo financiero nacido en los últimos meses de la gestión de Mauricio Macri cuando ya el mercado anticipaba la llegada del cuarto kirchnerismo.
La incertidumbre original pasaba por una restructuración de la deuda que pudiera decidir el ganador de las presidenciales del 2023. Pero los tiempos se aceleraron.
El Banco Central, en paralelo, sigue alimentando el incendio con emisiones de pesos para mantener el precio de la deuda: desde el 12 de octubre lleva adquiridos el equivalente a $ 270.000 millones.
La licitación de deuda del viernes tuvo la particularidad de incluir bonos que los bancos utilizan para encajes con el BCRA.
En su informe, la consultora 1816 resaltó que el lanzado BOTE 2027 pagó una mayor tasa, ajusta por la Badlar (la que requieren los bancos) y no tiene techo. Se renovaron vencimientos con $ 33.500 millones adicionales.
Atado al dólar
Cuanto sucede hoy con la deuda en pesos está atado al mercado cambiario. Hay un pase de posiciones al dólar que quedó reflejado la semana pasada en el salto del “contado con liquidación”, que coquetea con los 340 pesos.
El Banco Central, en paralelo, sigue alimentando el incendio con emisiones de pesos para mantener el precio de la deuda: desde el 12 de octubre lleva adquiridos el equivalente a $ 270.000 millones.
El dólar blue cerró una semana picante con las marcadas subas de los dólares financieros
La madre de las dificultades financieras está en la endeble situación fiscal. El rojo fiscal primario del 2022 es de 2,5% del PBI y generosamente el FMI acordó un 1,9% para el 2023.
Persisten dudas sobre la capacidad de ajuste en el fin del gobierno de Alberto Fernández y en la previa de las elecciones presidenciales.
Crédito imposible
Pero aun manteniendo ese 1,9% de rojo primario, es prácticamente imposible que el Gobierno pueda no sólo renovar vencimientos de deuda sino también sumar nuevos créditos por ese porcentaje del producto.
Persisten dudas sobre la capacidad de ajuste en el fin del gobierno de Alberto Fernández y en la previa de las elecciones presidenciales
Ya se cometieron todos los pecados financieros posibles: no ajustar cuentas, usar deuda del Tesoro para que bancos cumplan con encajes y se lanzaron bonos duales que pagan por dólar oficial o la inflación, lo que sea mayor.
Estas señales terminan de alarmar al mercado en lugar de aportar calma y seguridad a inversores.
El BCRA resulta ahora ser el único gran comprador de deuda del Tesoro a costa de un salto en el dólar financiero. Tiempos difíciles.
Fuente El Cronista