Siguen los tironeos en la coalición de derechas que consiguió el mandato para establecer un nuevo gabinete.
El partido Likud y los líderes de los partidos de extrema derecha Sionismo Religioso y Otzma Yehudit pidieron que las conversaciones para un nuevo gobierno se concluyan rápidamente para darles el poder de combatir el terrorismo, luego del doble atentado mortal en Jerusalén.
Las negociaciones de coalición entre las partes junto con las facciones ultraortodoxas Shas y Judaísmo Unido de la Torá siguen llevándose a cabo. Las escenas en Jerusalén y Jenín hicieron que los partidos manifestaran sus intenciones de acelerar el proceso.
“En este delicado período de seguridad, es hora de dejar de lado los deseos personales, unirse y formar un gobierno nacional que restaurará la seguridad en Israel”, dijo el Likud en un comunicado. “Esto es lo que el público espera con razón de nosotros”, señalan.
Del lado de Sionismo Religioso, si bien destacaron que se debe «establecer un gobierno nacional de inmediato” en respuesta al “terror árabe asesino que llama a nuestra puerta”, también mostraron su descontento con el partido de Netanyahu.
El Likud “desafortunadamente ha decidido celebrar reuniones de negociación apenas una vez cada tres días, y en el medio filtrar información para degradarnos y enviar ejércitos de tuiteros y ‘analistas’ para mentir, maldecirnos y regañarnos vulgarmente”, dijeron desde el partido liderado por Bezalel Smotrich.
Desde la escena de una de las dos explosiones el miércoles por la mañana, el jefe de Otzma Yehudit, Itamar Ben Gvir, dijo a los periodistas que “tenemos que formar un gobierno lo antes posible; el terror no espera.”
El comentario se produjo un día después de que Ben Gvir dijera que no se uniría a un gobierno liderado por Netanyahu, bloqueando potencialmente su formación, a menos que se cumpliera su demanda de herramientas para ayudar a las comunidades periféricas de Israel, especialmente en el Negev y Galilea.
Fuente Aurora