El programa “Made in America” y las cláusulas proteccionistas implícitas en el acta de reducción de la inflación despertaron el malestar de muchos de los principales socios comerciales de Estados Unidos en Europa y Asia.
Las políticas comerciales impulsadas por el presidente Joe Biden despertaron malestar entre los países de la Unión Europea y las economías más importantes de Asia, entre otros socios.
Muy por el contrario de lo que estipulaba en la retórica de su campaña, Biden demostró ser abiertamente proteccionista en detrimento de las posturas más moderadas representadas por el expresidente Donald Trump en la materia.
La agenda proteccionista de los demócratas
Solamente desde su llegada al poder, la administración Biden endureció los requisitos para el establecimiento de barreras no arancelarias a las importaciones, lo cual incluye pero no se limita a la aplicación de licencias y cuotas legales.
Esta política tuvo un efecto particularmente dramático sobre el abastecimiento de leche de fórmula para bebés, como parte de un arsenal de regulaciones para favorecer el “compre nacional”.
Asimismo, Biden ratificó la decisión de Estados Unidos para mantenerse fuera del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica a pesar de su reestructuración. Esto supone el cese de cualquier levantamiento de posiciones arancelarias para con los países asociados.
Fueron ratificados todos y cada uno de los aranceles de importación impuestos a China, impuestos que habían sido introducidos por la administración anterior en protesta por la manipulación del tipo de cambio efectuada por el Gobierno chino.
Sin embargo, y lisa y llanamente por motivos de proteccionismo comercial, Biden impulsó un fuerte incremento de los aranceles a la importación de madera canadiense, valiéndose de la flexibilidad legal que provee el acuerdo comercial vigente en el NAFTA.
El malestar de los socios comerciales
El mandatario francés Emmanuel Macron llegó este martes a Washington en medio de una agenda marcada por las discrepancias con las erráticas políticas de la Casa Blanca, que amenazan con desestabilizar las históricas relaciones comerciales entre Estados Unidos y Europa.
El reclamo francés, que también encarna el desencanto de las economías asiáticas y europeas, reconoce como “competencia desleal” a la gran batería de subsidios a productos nacionales previstos como parte de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) aprobada este año.
“China favorece sus propios productos, Estados Unidos favorece sus propios productos. Podría ser hora de que Europa favorezca sus propios productos”, advirtió el ministro de Economía de Francia, Bruno Le Maire, en alegación por el proteccionismo de Biden y Xi Jinping.
Los subsidios indirectos a la producción constituyen una manera implícita para favorecer el proteccionismo y generan una distorsión con respecto a los productos extranjeros. De hecho, así lo había reconocido el expresidente Donald Trump al sugerir este mismo planteo sobre los subsidios agrícolas que aplicaba la UE.
Fuente Derecha a Diario