En vísperas de Año Nuevo, el ejército ucraniano sirviéndose de sistemas NASAMS, logró derribar 45 drones “kamikaze” sobre Kyiv: Los militares ucranianos demostraron su alto nivel en el manejo de los sistemas de defensa aérea occidentales, logrando de esa forma envíos extras para proteger las poblaciones ucranianas del terror causado por los constantes ataques con misiles rusos.
En la noche del 1 de enero, el ejército ucraniano demostró su alta performance en el uso de los sistemas de defensa aérea NASAMS a la hora de destruir drones rusos (de origen iraní), en concreto, las tropas ucranianas derribaron 45 drones kamikaze que tenían por objetivo la capital ucraniana. Lograron dominar “a la perfección” el sistema de defensa aérea NASAMS y con su ayuda aniquilaron hábilmente los vehículos aéreos no tripulados iraníes. Los sistemas de defensa aérea ucranianos han aumentado su efectividad de un 50%, al comienzo de la agresión rusa a gran escala, hasta alcanzar el 80% en diciembre pasado.
En la actualidad, prácticamente ningún país del mundo cuenta con tanta experiencia en el uso de sistemas de defensa aérea como Ucrania, ya que el ejército ucraniano logró recargar el complejo NASAMS durante el combate. El caso de los sistemas NASAMS pone de manifiesto cómo el ejército ucraniano, con habilidad y efectividad, logró utilizar en combate equipamiento de procedencia extranjera, habiendo recibido tan solo unas semanas de entrenamiento para su uso. Pero, a pesar de todos estos éxitos, Ucrania necesita aún incrementar el suministro de sistemas NASAMS.
Al momento de hacer frente a la amenaza de los misiles rusos, el ejército ucraniano se está sirviendo de una combinación de sistemas de defensa aérea: sistemas provistos por los socios occidentales, sistemas remanentes de la era soviética y ametralladoras móviles reconvertidas.
Además, el hecho de que Rusia no lograra la superioridad aérea sobre Ucrania se convertiría en un factor importante que acabaría marcando el curso de la invasión.
Al mismo tiempo, Ucrania continúa siendo objeto de constantes bombardeos y ataques con misiles que están agotando las municiones de defensa aérea y provocan cortes en el suministro de energía eléctrica y agua en todo el país. Los socios occidentales de Ucrania deberían, de forma prioritaria, incrementar su ayuda, por ejemplo mediante el envío suplementario de sistemas NASAMS, así como sistemas portátiles de defensa aérea y de artillería moderna para proteger las ciudades ucranianas del terror causado por los misiles rusos.
Además, para consolidar una defensa aérea estable sobre el territorio ucraniano, también sería conveniente el suministro de aviones caza occidentales capaces de hacer frente a la aviación militar rusa en igualdad de condiciones, dado que Putin esta pensando en ampliar su uso.