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Con la inflación que no da tregua, los aumentos impactan con fuerza en los gastos mensuales de las familias. Y las expensas no son la excepción.
Además, la distorsión de precios hace difícil conocer el valor de cada servicio y complica aún más llevar las cuentas. Por eso tener un dato promedio para comparar es determinante. Y también conocer qué variables hay que tener en cuenta a la hora de recibir la liquidación con el detalle de los gastos y cobranzas.
Según datos relevados por ConsorcioAbierto, empresa que se dedica a desarrollar sistemas de gestión y comunicación entre consorcios y vecinos, 2022 -datos entre noviembre de 2021 y el mismo mes de 2022- terminó con un incremento de las expensas de un 80% en barrios y un 86% en edificios.
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Con estos aumentos como base, hay que tener en cuenta que, en febrero, los salarios de los encargados de edificios llegarán con un nuevo aumento, en este caso de $ 26.000 y se estima que antes de que finalice el primer trimestre de este año, las partes se reunirán para dar inicio a las paritarias.
“Es complejo gestionar cualquier cosa en este contexto, por lo que controlar el gasto y la morosidad es determinante. Ser eficientes en el uso de nuestro tiempo es realmente clave para no caer en una gestión ineficiente y conflictiva entre administradores y vecinos”, comentó Albano Laiuppa, director de ConsorcioAbierto.
Actualmente la expensa promedio (incluyendo deudas) de un edificio, según la zona en la que se encuentre son: en CABA son de $30.471; en GBA son de $23.868 y en el interior del país son de $22.349.
“Desde ya que la crisis se refleja en el pago de expensas y en muchas familias hay restricciones financieras que generan morosidad. También sucede muy frecuentemente que personas con voluntad de pago se olvidan de pagar en término o lo tienen menos presente. En este punto, la incorporación de tecnología contribuye a reducir la morosidad al permitir automatizar el envío de notificaciones a los vecinos para recordar fechas de vencimiento de pago”, explicó el director de ConsorcioAbierto.
Según datos de la empresa, la morosidad en el pago de las expensas es del 30%. No obstante, se pudo verificar que en los últimos 12 meses el nivel de morosidad ha disminuido, del 35% en noviembre de 2021, al 30% en noviembre de 2022. “En principio, para reducir la morosidad es clave mejorar los canales de comunicación”, aseguró Laiuppa.
En un año las expensas de los edificios subieron un 86%
Cuatro consejos para controlar las expensas
Hay buenas prácticas que siempre sirven para ahorrar en el gasto total. ConsorcioAbierto explica qué variables tener en cuenta a la hora de recibir la liquidación con el detalle de los gastos y cobranzas:
- Trazabilidad de los gastos: para que los vecinos puedan controlar las expensas y analizar su evolución es necesario que tengan trazabilidad de los gastos del consorcio. La tecnología es un gran aliado para esto, ya que la información digitalizada permite visualizar la variación de las expensas y el origen de algún desvío. “El hecho de que los vecinos puedan acceder a la información de manera fácil y trazable desde su celular es el ABC para un control efectivo”, aseguró Laiuppa.
- Observar la importancia de cada rubro en el total de gastos: es necesario entender la importancia relativa de cada gasto para poder hacer un análisis. Por lo general, los gastos más significativos son los sueldos, la seguridad y la limpieza, pero todos los gastos son importantes. “Hay que darle entidad a los gastos menos representativos en términos porcentuales, entendiendo si realmente son necesarios”, comentó el experto.
- Controlar el pago de las cargas sociales: cuando el edificio cuenta con un encargado es importante controlar que se estén pagando las cargas sociales correspondientes en tiempo y forma para evitar riesgos laborales que recaen sobre los consorcistas. “Las plataformas de gestión online permiten realizar este control de manera muy simple, lo que contribuye a relaciones de mayor confianza entre vecinos y administraciones”, explicó.
- Revisar el estado de situación patrimonial: es un pequeño “balance” del consorcio, detallando el activo, pasivo y patrimonio neto. Aquí es donde cobra importancia la carga de todas las facturas, ya que al cargar el total de los gastos (incluso los que no están pagos) es donde se puede tener una radiografía completa de las finanzas del consorcio.
Fuente El Cronista
