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La Justicia tan vapuleada en la Argentina ayer dio una demostración que cuando quiere puede dar fallos ejemplares. El Tribunal de Audiencias de Santa Rosa, La Pampa, condenó por el crimen de Lucio Dupuy, un niño de apenas 5 años, a la madre, Magdalena Espósito Valenti por “homicidio triplemente calificado”, y a su pareja, Abigail Páez, culpable de “homicidio doblemente calificado” y “abuso sexual gravemente ultrajante”.
El fallo también logró unir a la política. “Nada nunca va a reparar la falta de Lucio, pero espero que esta sentencia traiga algo de paz y consuelo. Mucha fuerza para Cristian, Ramón y toda la familia de Lucio”, expresó Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, tras el veredicto de los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora, de cuyo fallo se conocerá la pena que recibirán las condenadas el próximo 13 de febrero.
La presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, del Frente de Todos (FdT), destacó el rol de la familia paterna de Lucio. “Al abuelo, al padre, y a todos los que lucharon por justicia, abrazo enorme“, comentó en Twitter la legisladora oficialista, quien días atrás le pidió al presidente Alberto Fernández que incluya en el tratamiento de sesiones extraordinarias la “Ley Lucio” de capacitaciones a funcionarios públicos e instituciones sobre casos de maltrato infantil. Para los jueces, Valenti fue considerada autora material y penalmente responsable del delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento. Pese a que también había sido acusada de abuso sexual, fue absuelta por este delito por el beneficio de la duda, lo que generó sorpresa en la querella y el malestar de organizaciones sociales que estuvieron presentes en la audiencia.
Páez fue declarada autora material y penalmente responsable del delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento. En su caso, se la condenó por el delito de abuso sexual con acceso carnal por vía anal, ejecutado con un objeto fálico, agravado por tratarse de la guardadora y por haberse cometido contra un menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente, como delito continuado, detalló la agencia de noticias NA.
El aberrante crimen de Lucio se transformó casi en una causa nacional. Lo positivo además del fallo ejemplar es que, al menos esta vez la Justicia y la política en general estuvieron al igual que el resto de la sociedad en la misma vereda.
Fuente El Cronista
