Un beduino de 22 años fue detenido bajo sospechas de haber sido el autor de la brutal violación de una mujer frente a sus hijos en la ciudad de Gedera.
El sospechoso niega todos los cargos, pero el tribunal ha extendido por nueve días su arresto; mientras que la policía está convencida que las evidencias, incluyendo pruebas de ADN, conducirán indefectiblemente a su procesamiento.
El caso ha conmovido a la ciudad de Gedera, al sur de Tel Aviv, y a toda la sociedad israelí.
“No fui yo”, arguyó el sospechoso al Tribunal del Distrito Rishon Letzíon; mientras que el abogado señala que su defendido niega todos los cargos y no tiene antecedentes policiales. El tribunal ha aceptado postergar la publicación de nombre al menos por un día tras la apelación de su abogado.
El juez ha determinado que existe “una alta probabilidad de que el sospechoso haya sido quien perpetró los crímenes que se le atribuyen”. También puntualizó que “el testimonio de la denunciante pinta un cuadro muy duro sobre su traumática experiencia”.
La víctima, de alrededor de 30 años, denuncia que un hombre irrumpió durante la noche en su vivienda, la sometió con un cuchillo, y la violó en frente de sus hijos pequeños.
Las cámaras de vigilancia muestran aparentemente al sospechoso acercándose al edificio y luego abandonando la zona una hora más tarde.
Una fuente policial explicó en la corte que el sospechoso “ingresó a la vivienda y atacó y violó brutalmente a la víctima delante de sus hijos mientras éstos lloraban”.
Ató a las manos y las piernas de la mujer, le tapó los ojos y le dijo que “si sigues gritando, los mataré [a los niños]”, detalló el oficial.
La policía se basó en testigos oculares y en el video de las cámaras de seguridad. El abogado del sospechoso dijo que su defendido niega toda conexión con la violación y que “alguien tomó su suéter y sus zapatillas”.
La brutal violación ha desatado intensas protestas en la ciudad de Gedera y en otras partes del país, sobre todo en las localidades del sur del país, que son blanco de constantes de robos, asaltos y hostigamientos mayormente perpetrados por un número de delincuentes y bandas que residen en poblados beduinos del sur del país.
El intendente de Gedera, Yoel Gamliel, elogió el arresto, un día después de acusar a la policía de “incompetencia” y de no saber proteger a los ciudadanos bajo el telón de los numerosos robos registrados en las viviendas de la ciudad. Gamliel declaró que espera que el “despreciable criminal” sea castigado severamente.
Fuente Aurora