Un confuso episodio sumo tensión a las negociaciones de Isaac Herzog por evitar un quiebre constitucional.
Un borrador filtrado de un acuerdo de compromiso sobre la reforma judicial del gobierno que habría sido trabajado por el presidente Isaac Herzog generó reacciones de todo el arco político israelí.
Más tarde, la oficina del presidente negó que fuera una versión final y lo calificó como una de varias propuestas posibles.
Según trascendió, el presidente reunió a un equipo diverso de expertos legales para trabajar en la oferta de compromiso, encabezado por la profesora Yedidia Stern, exdecana de la facultad de derecho de la Universidad Bar-Ilan.
El borrador filtrado propone una revisión sin una cláusula de anulación, que habría permitido que la Knéset volviera a legislar las leyes anuladas por el Tribunal Superior, o aprobar leyes inmunes a cualquier revisión judicial, o con una versión aplicada muy estrictamente.
También incluye una limitación en el uso de la medida de “razonabilidad” por la cual los jueces pueden evaluar e invalidar las decisiones del gobierno o del sector público. Levin está tratando de prohibir por completo la prueba de «razonabilidad» judicial, argumentando que es demasiado amorfa.
“La publicación de esta mañana no fue del conocimiento de Herzog ni de nadie que actuara en su nombre. Cabe aclarar y enfatizar que ese no es el esquema del presidente”, dijeron desde su despacho.
“Esta es una propuesta de las muchas que fueron presentadas en las últimas semanas por investigadores y académicos de diferentes instituciones. Herzog aún no ha finalizado una propuesta final, y después de que lo haga, la propuesta se presentará a los ciudadanos de Israel”, agregaron en el entorno presidencial.
El borrador fue criticado desde el oficialismo y la oposición. El ministro de Justicia Yariv Levin y el presidente del Comité de Constitución, Ley y Justicia, Simcha Rothman, dijeron que representaba una «castración» de los principios fundamentales de la reforma.
Con todo, los funcionarios agradecían al presidente por sus esfuerzos y agregaban que “existe un amplio consenso, entre el público, la academia, la alta tecnología, los economistas y entre los miembros de la Knesset sobre la necesidad de reformas integrales”.
Líderes del movimiento de protesta antigubernamental criticaron la propuesta y dijeron que “el presidente le dio a Levin, Smotrich, Rothman y Netanyahu las llaves de la dictadura”, dijeron en un comunicado.
La única voz a favor del borrador fue la del ex primer ministro Naftali Bennett respaldó el plan filtrado en un tuit, calificándolo de “equilibrado y bueno” y diciendo que ambas partes deben “mostrar liderazgo, comprender que deben comprometerse y adoptar el esquema para evitar una guerra civil”.
Fuente Aurora