Garnacho y Retegui, la nueva normalidad en el fútbol

No es algo nuevo y en la historia se pueden encontrar un montón de casos: la leyenda Alfredo Di Stéfano, argentino de nacimiento pero que jugó para España; Mauro Camoranesi, nacido en Tandil pero campeón del mundo con Italia; y así se repiten más de 30 casos que disputaron mundiales, aunque hay muchos más. De todos modos, lo que antes era una rareza ahora parece ser moneda corriente. Es casi la nueva normalidad del fútbol. Y los recientes casos de Alejandro Garnacho, Mateo Retegui y Bruno Zapelli, por citar los más inmediatos, no hacen más que dejar en claro que lo que se veía como algo excepcional ya se volvió moneda corriente.

Por eso, en las federaciones hoy son muy importantes los departamentos de scouting para encontrar en diferentes países perlas que tienen raíces de otros. En AFA están trabajando más que bien Bernardo Romeo y Juan Martín Tassi, quienes buscan en Europa y Estados Unidos a jóvenes que se fueron muy chicos de nuestro país o como el caso de Garnacho, que no nacieron en la Argentina pero son hijos de un/a compatriota. Luka Romero, Nico Paz o los hermanos Carboni son algunos de los ejemplos de pibes que en el día de mañana serán parte de las Juveniles o la Mayor de nuestro país.

Las demás asociaciones también juegan y Lionel Messi es la muestra más visible: España lo tentó en reiteradas oportunidades cuando era un pibito que la rompía en las Inferiores del Barcelona, pero Leo tenía la convicción de querer los colores argentinos.

Hoy el futbolista parece tener menos paciencia a la hora de esperar a la selección de su país. Y el ejemplo de Mateo Retegui, próximo a cumplir 24 años, sin competiciones oficiales defendiendo a la Argentina, lo deja en claro: sabe que en la Scaloneta corre detrás de un montón de delanteros (Lautaro, Julián, Gio Simeone, Joaquín Correa, Dybala y más) y ante el llamado de Italia, aceptó la invitación.