
El gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, rechazó un plan de reforma judicial alternativo presentado por el presidente Isaac Herzog
Israel vive otra nueva jornada de protestas masivas antigubernamentales en más de cien puntos del país, un día después de que el presidente Isaac Herzog presentara un plan de reforma judicial alternativo, que ya ha sido rechazado por la coalición de gobierno liderada por Benjamín Netanyahu.
Las protestas comenzaron temprano este jueves, bautizado como «Día de Resistencia a la Dictadura», con cientos de manifestantes bloqueando carreteras en varias ciudades y con una enorme línea roja pintaba en el suelo en la calle de Jerusalén que lleva a la Corte Suprema.
Los activistas señalaron que simboliza el vínculo directo entre la independencia de los tribunales y la libertad de expresión, acto por el que cinco personas fueron detenidas por destrozos a la propiedad pública.
La reforma judicial impulsada por el gobierno de Netanyahu ha provocado el mayor movimiento de protestas de la historia de Israel, durante once semanas consecutivas; el sábado pasado llegó a congregar el récord de medio millón de asistentes.
El plan socava la independencia judicial al suprimir la capacidad de la Corte Suprema de revisar y anular leyes anticonstitucionales y da al Ejecutivo control total en el nombramiento de jueces, lo que ha provocado un amplio rechazo social y se la ha tildado de un «golpe de Estado a la democracia».
Por ello, el presidente Isaac Herzog anunció anoche una propuesta alternativa, a mitad de camino entre el equilibrio actual de poderes y la reforma gubernamental, con el propósito de reconciliar un país dividido desde que se anunció, aunque la coalición de gobierno ya ha mostrado su rechazo a la directiva presidencial.
«Apreciamos los esfuerzos del presidente por sus esfuerzos sinceros para evitar la ruptura de nuestra nación», señalaron los organizadores de las protestas, quienes llamaron a un diálogo nacional para llegar acuerdos, pero acusaron al gobierno de encaminar al país a una «dictadura».
Las manifestaciones también se desarrollaron esta mañana en ciudades importantes como Haifa; Rehovot, donde instalaron sacos alrededor de un tribunal para protegerla de «ataques criminales de los que orquestan un golpe de Estado»; en Bnei Brak, una ciudad ultraortodoxa donde un grupo de reservistas clamó a su población que acudiera al servicio militar, en protesta por las políticas discriminatorias a favor del sector haredí que impulsa también el Ejecutivo.
En áreas rurales en torno a la carretera costera de Beit Yanai, decenas de personas caminando y en tractores conduciendo letamente, bloquearon el tráfico durante varias horas.
Alrededor del medio día, los manifestantes se reunirán en el centro de Tel Aviv, epicentro de este amplio movimiento de contestación social, y se espera que, como es habitual en los dos jueves anteriores, cierren la autopista Ayalon y se trasladen durante la tarde a una gran protesta a la plaza Habima.
En Jerusalén, los manifestantes se congregaran en las próximas horas frente a la Oficina del Primer Ministro, aunque Netanyahu se encuentra de visita oficial en Alemania. EFE y Aurora
Fuente Aurora