El exministro de Justicia Gideon Sar afirmó que el rechazo de la coalición “evidencia un fracaso de liderazgo y una miopía histórica”. El jefe de la oposición, Yair Lapid, apoya la propuesta del presidente.
Ministros y legisladores de Israel rechazaron la reforma judicial que propuso el presidente Isaac Herzog como alternativa a la impulsada por el Gobierno, mientras el jefe de la oposición la apoyó, profundizando así la polarización del país.
Los puntos propuestos por Herzog son «unilaterales, parciales e inaceptables», estimaron los líderes de las facciones de la coalición gubernamental -que integran el partido Likud, así como partidos ultraortodoxos y ultranacionalistas- en una declaración conjunta.
El ministro de Finanzas de extrema derecha, Bezalel Smotrich, pidió a Herzog recular sobre su propuesta, argumentando que «un plan para cambiar los resultados de las elecciones, que perpetúa el gobierno antidemocrático de los juristas y acepta todas las exigencias de los opositores a la reforma, no puede ser una base para el compromiso».
La ministra de Transporte, Miri Regev, calificó la propuesta de «insulto a la inteligencia del pueblo», mientras el ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, descartó la iniciativa de Herzog incluso antes de que la anunciara.
«Señor Presidente, la directriz del pueblo se estableció hace exactamente cuatro meses. Estamos en ello», tuiteó, refiriéndose a las últimas elecciones de Israel, que devolvieron al poder a Benjamín Netanyahu.
En la misma línea, la viceministra de Finanzas Michal Woldiger, del partido Sionismo Religioso, dijo que el plan de Herzog «no es una directriz para el pueblo y ciertamente no es un marco para el compromiso».
El propio primer ministro expresó su rechazo a la «Directriz Popular para las Reformas en el Sistema Judicial» que presentó el presidente durante un mensaje televisado.
La reforma judicial que impulsa Netanyahu socavaría la independencia de la Justicia y ha provocado las mayores protestas de la historia de Israel durante diez semanas consecutivas, llegando a congregar el récord de medio millón de personas el pasado sábado.
En tanto, el jefe de la oposición, el ex primer ministro Yair Lapid, saludó la propuesta de Herzog.
«El Estado de Israel está siendo desgarrado y debemos hacer todo lo posible para evitar una desintegración económica, social y de seguridad que perjudique gravemente la resiliencia nacional. Debemos acercarnos al esquema del presidente por respeto al cargo, la seriedad con la que fue escrito y los valores que lo sustentan», escribió en Twitter.
«La respuesta de la coalición a la directiva es el desprecio por la institución de la Presidencia, el desprecio total por el tamaño de la crisis y el olvido de la idea de que somos una nación», subrayó.
También la coalición que lidera el ex ministro de Defensa Benny Gantz, la centrista Unidad Nacional, aceptó la propuesta de Herzog «como base para la legislación» e instó a Netanyahu a adoptarla.
Por su parte, el exministro de Justicia Gideon Sar aseguró que el rechazo de la coalición «evidencia un fracaso de liderazgo y una miopía histórica», y advirtió de que «toda la responsabilidad recaerá sobre quienes pierdan la oportunidad de evitar la grave fractura». EFE y Aurora
Fuente Aurora