
La subsecretaria del Departamento de Estado convocó al embajador Mike Herzog para transmitirle la preocupación de Washington por la legislación que daría luz verde al reasentamiento de cuatro sitios del norte de Cisjordania
El Gobierno estadounidense convocó en una reunión al embajador de Israel en Estados Unidos para mostrar su preocupación ante la ley aprobada en el Parlamento israelí (Knéset) que permite entrar a cuatro asentamientos judíos desalojados de Samaria (norte de Cisjordania), lo que podría facilitar el reasentamiento en estos sitios.
La subsecretaria de Estado de EE.UU., Wendy R. Sherman, se reunió con el embajador israelí Mike Herzog en el Departamento de Estado, confirmó un portavoz del Ministerio de Exteriores en Jerusalén.
En el encuentro, se transmitió la preocupación de EE.UU. sobre la ley que se aprobó ayer por Israel, que deroga el veto de acceso a cuatro asentamientos de Cisjordania que se evacuaron como parte del Plan de Desconexión (o retirada) israelí de Gaza en 2005.
La nueva legislación, que elimina partes de la llamada Ley de Desconexión impulsada hace 18 años, implicará que se permita la entrada de colonos israelíes en las antiguos asentamientos de Homesh, Sa-Nur, Ganim y Kadim, las únicas que el Gobierno del entonces primer ministro Ariel Sharon evacuó en Cisjordania (Judea y Samaria).
Según el departamento de Estado de EE.UU., la Administración demócrata también transmitió al embajador israelí «la importancia de que todas las partes se abstengan de (emprender) acciones o retóricas que puedan inflamar aún más las tensiones» ante el próximo mes sagrado musulmán de Ramadán, que coincidirá en ciertas fechas con la festividad judía de Pésaj y la Semana Santa cristiana.
De acuerdo con analistas y medios, este paso tomado por EE.UU. es relativamente inusual, y expresa el creciente malestar de la Administración del presidente Joe Biden ante los pasos que toma el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu.
En la coalición gubernamental israelí tienen también gran peso varias fuerzas ultraderechistas con una agenda política que tiene entre sus prioridades el poblamiento y la ampliación de asentamientos judíos en Judea y Samaria.
El Gobierno estadounidense es contrario a la construcción y ampliación de los asentamientos israelíes y aboga por una solución de dos Estados entre Israel y los palestinos, y durante estos últimos meses ha buscado maneras de calmar la fuerte escalada de violencia vigente en la zona.
EE.UU. tomó también parte de dos encuentros en Jordania y Egipto que reunieron a cargos israelíes y palestinos estas últimas semanas con la meta de rebajar tensiones y evitar medidas unilaterales que escalen más el malestar sobre terreno.
Entre los compromisos tomados, según los reportes y un comunicado del Ministerio de Exteriores de Egipto, Israel se habría comprometido a frenar temporalmente la expansión de asentamientos israelíes en Judea y Samaria. Aurora y EFE
Fuente Aurora