
MIAMI, Estados Unidos. — El régimen cubano pronosticó un crecimiento del 3% del Producto Interno Bruto del país (PIB) para el presente año.
La proyección fue ofrecida en la tarde de ayer durante el balance anual del Ministerio de Economía y Planificación, presidido por el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, y por el titular del sector, Alejandro Gil Fernández.
En una de sus intervenciones, Gil Fernández explicó que la economía cubana se enfrenta a un panorama internacional complejo en 2023 debido a una desaceleración de la economía mundial provocada por la elevada inflación, el incremento de las tasas de interés y la reducción de las inversiones.
En ese sentido, el funcionario explicó que el estancamiento económico global “podría generar tensiones en las economías más vulnerables”, como es el caso de Cuba.
“El panorama presenta riesgos adversos, las proyecciones indican que la lentitud del crecimiento mundial podría afectar significativamente los precios de los productos básicos, lo que socavaría las actividades económicas de los países exportadores. Un mayor endurecimiento de las condiciones financieras mundiales también podría generar tensiones en las economías más vulnerables”, indicó Gil Fernández.
Un eventual crecimiento del 3% del PIB nacional pondría a la isla caribeña, sumida en una crisis económica, por encima de la media en América Latina, proyectada en el orden del 1,3 por ciento para fin de año.
En consideraciones reproducidas por la prensa estatal, el ministro también culpó al embargo estadounidense de las dificultades de la economía cubana.
“Es un año en el que persistente el bloqueo económico, comercial y financiero que nos impone el gobierno de los Estados Unidos, se encarecen los insumos que importamos, con una insuficiente recuperación de los ingresos en divisas y con la previsión de potenciar las actividades motrices generadoras de exportaciones, el establecimiento de prioridades alineadas a la situación objetiva y la necesaria complementariedad de los actores económicos”, sostuvo el dirigente.
Gil Fernández avisó que el turismo y otros sectores productivos han mostrado una “recuperación más dinámica”, lo que pondría al país en mejor condición para recuperarse.
En opinión del funcionario, el panorama económico nacional sufre también situaciones negativas que se arrastran de 2022, como la dolarización parcial en las relaciones entre las empresas y de estas con el sector no estatal, la inflación minorista, el acceso centralizado a las divisas de sectores exportadores, la inserción efectiva de los nuevos actores económicos, y los resultados negativos del sistema empresarial estatal, que tiene a más de 400 empresas con pérdidas.
Fuente Cubanet.org