LA HABANA, Cuba. – Por estos días se ha estado celebrando la 24 Feria Internacional Agroindustrial Alimentaria (FIAGROP 2023) en el habanero recinto de Rancho Boyeros. Se trata de un evento organizado por el Ministerio de la Agricultura (MINAGRI), con el objetivo declarado de potenciar las exportaciones de ese sector.
El sesgo que caracteriza a dicha feria se enmarca dentro de los desesperados esfuerzos del régimen por acceder a ingresos en divisas. Precisamente, el titular de Economía y Planificación de la Isla, Alejandro Gil Fernández, acaba de declarar que la escasez de divisas es el problema fundamental que impide la estabilización macroeconómica del país.
Lo primero que encuentra el cubano de a pie al llegar a FIAGROP 2023 es que no puede pasar al pabellón central del recinto donde se exhiben las producciones de empresas como Frutas Selectas, uno de los puntales del MINAGRI. La entrada a ese local es por invitación o credencial del evento.
Sin embargo, lo que puede verse es suficiente para comprobar que se ha penetrado en una especie de mundo virtual, muy distinto al que habita la población, repleto de carencias y vicisitudes.
Ya en el área destinada a la rama pecuaria nos encontramos con saludables cerdos exhibidos por el Grupo Empresarial Ganadero (GEGAN) del Ministerio de la Agricultura. Se anuncia que son animales de un gran rendimiento en la producción de carne.
Más adelante nos topamos con el sitio ocupado por el ganado vacuno. Una pancarta explica la misión de los cruzamientos que han dado lugar a los ejemplares en exhibición: “Obtener una raza vacuna adaptada a las condiciones tropicales, cruzando la raza nativa Cebú con la raza europea Holstein, con el incremento de la producción de leche y carne para satisfacer las necesidades de la población, además del desarrollo y prueba de sementales para la inseminación artificial”.

No es difícil imaginar qué puede sentir cualquier persona, que casi no ve la carne de cerdo en las tarimas de los agromercados ―y cuando la encuentra los precios son estratosféricos―, o que apenas conoce el sabor de la carne de res, y no puede tomarse un vaso de leche en su desayuno, al contemplar esas producciones que impúdicamente anuncian las autoridades castristas. Y sobre todo con la mentirosa coletilla de “satisfacer las necesidades de la población”.
Claro que semejante desabastecimiento con respecto a las carnes de cerdo y res, así como con la producción de leche, guarda una estrecha relación con el declive que han experimentado las existencias del ganado porcino y vacuno durante los últimos tiempos.
De acuerdo con cifras aportadas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), en el año 2017 había en el país 3 millones 865 000 cabezas de ganado. En el 2019 la cifra bajó a 3 millones 817 000 cabezas. Y la caída continuó en el 2020 y el 2021: en el primero hubo 3 millones 752 000 cabezas, mientras en el segundo la cifra se redujo a 3 millones 657 000 cabezas de ganado.
Con respecto al ganado porcino, de un total de 2 millones 69 000 ejemplares en el año 2017, al cierre de 2021 solo había un millón 75 000 ejemplares.
La falta de alimentación, las muertes que superan las cifras previstas, así como deficiencias organizativas en el manejo de las crías, han incidido en la disminución de las existencias de esos animales.
Al recorrer FIAGROP 2023 se veían varias delegaciones extranjeras, al parecer interesadas por los productos en exhibición. Lo que quizás algunas de ellas no sepan es que esos productos que el castrismo pretende exportar no están al alcance del cubano promedio.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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Fuente Cubanet.org