
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, pidió públicamente poner fin a la polémica reforma judicial impulsada por su gobierno, que ha provocado una crisis sin precedentes en Israel con las mayores protestas de su historia y el rechazo de amplios sectores de la sociedad.
«Lo digo en voz alta y públicamente, por el bien del Estado de Israel y de nuestros hijos, debemos frenar este proceso legislativo», afirmó en una intervención televisada Gallant, líder de uno de los ministerios clave en Israel y veterano del Likud, el partido del primer ministro Benjamín Netanyahu.
Se trata de la primera declaración pública de un miembro del gobierno que se muestra abiertamente en favor de paralizar la tramitación en el Parlamento de las leyes que integran la reforma judicial, para paliar la fractura social que ha provocado.
«Debemos dejar de lado las preguntas ‘quién comenzó’ y ‘quién tiene razón’ y liderar un proceso nacional unificador y participativo, que fortalecerá al Estado de Israel y preservará la fuerza de nuestro Ejército», señaló Gallant sobre la división generada dentro de las filas de las fuerzas de seguridad.
En las últimas semanas, un millar (mil) de reservistas de unidades de élite se han negado a servir y a acudir a maniobras de entrenamiento, lo que ha elevado las alarmas sobre la seguridad en Israel, mientras que la jerarquía militar e incluso el jefe del Shabak (o Shin Bet) -el servicio de seguridad general- han expresado su preocupación en reuniones privadas.
«Estos días en conversaciones y discusiones entre bastidores, presenté la situación de seguridad, pedí, argumenté y aclaré: en este momento, debemos detener el proceso para que podamos sentarnos a hablar», indicó el ministro, un ex general de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
«Necesitamos detener las manifestaciones y protestas, y buscar el diálogo. Cualquier cosa que dañe la fortaleza de las FDI y el sistema de seguridad debe detenerse de inmediato», agregó, el primer ‘hombre fuerte’ del Likud que se ha atrevido a expresar públicamente su deseo de frenar esa polémica legislación, una postura cada vez más respaldada dentro de la formación según filtraciones.
Gallant tenía previsto ofrecer esta intervención pública a favor de frenar la reforma el jueves por la noche, pero finalmente no se produjo tras ser convocado a una reunión de emergencia por Netanyahu.
El primer ministro se comprometió luego en una comparecencia a encontrar una «solución» para reconcilar las posturas enfrentadas de los defensores y detractores de la reforma, pero no la paralizó.
De hecho, afirmó que la ley para el nombramiento de los jueces, uno de los aspectos más controvertidos de la reforma porque da al gobierno control total sobre la elección de los mismos, se aprobará de forma definitiva esta misma semana.
«La victoria de una de las partes, en la Knéset (Parlamento) o en las calles de las ciudades, es la pérdida definitiva del Estado de Israel. Por nuestra seguridad, por nuestra unidad, es nuestro deber volver a la arena del diálogo y recordar que todos somos hermanos», subrayó el ministro. EFE y Aurora
Fuente Aurora