Un estudio israelí determinó los motivos genéticos de la esquizofrenia infantil.
La Universidad Hebrea de Jerusalén anunció que llegó a su fin un esfuerzo de investigación israelí de una década para investigar la contribución genética al desarrollo de la esquizofrenia infantil.
Los resultados del estudio, realizado en colaboración con los Hospitales Psiquiátricos Eitanim, el Centro de Salud Mental de Jerusalén, el Centro Médico Sheba e investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad de Columbia en Nueva York se publicaron recientemente en Schizophrenia Research.
El papel de la genética en la esquizofrenia está ampliamente estudiado en la forma común de la enfermedad que aparece en la adolescencia o en la adultez temprana. Sin embargo, rara vez se examinó en pacientes jóvenes con esquizofrenia infantil. Esta es una forma rara y grave de esquizofrenia que aparece antes de los 13 años. Se calcula que actualmente hay aproximadamente 200 personas con esquizofrenia infantil en Israel.
«La esquizofrenia infantil se manifiesta de la misma manera que en los adultos. Incluye síntomas como pensamientos erróneos, alucinaciones, habla y comportamiento desorganizados, así como disminución de la motivación y otros síntomas. Todos estos síntomas van acompañados de funciones cognitivas y conductuales deterioradas». Así lo explicó el profesor Yoav Kohn, ex presidente del Depto. de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Hebrea Hadassah y director del Servicio de Psiquiatría Infantil y Adolescente de Eitanim.
La esquizofrenia infantil plantea un problema de diagnóstico para los profesionales de la salud mental. Muchos niños informan fenómenos inusuales en términos de pensamiento y percepción, que pueden resultar del uso normal de la imaginación para hacer frente a la angustia mental.
También existe un diagnóstico diferencial con el autismo y los trastornos de ansiedad, así como los trastornos postraumáticos que pueden llegar incluso a estados cercanos a la psicosis.
«La esquizofrenia infantil tiene una base genética aún más sólida que la esquizofrenia posterior», expresó la Dra. Anna Alkelai, investigadora asociada del Instituto de Medicina Genómica de la Universidad de Columbia. «Por lo tanto, hay motivos para creer que en esta población será más fácil identificar el componente genético de la etiología de la enfermedad», agregó.
Según el Dr. Kohn, actualmente se están realizando investigaciones genéticas sobre la esquizofrenia en decenas de miles de pacientes.
Se encontró evidencia de la asociación de más de 100 regiones genéticas con la enfermedad. Igualmente, estos estudios rara vez encuentran mutaciones en genes que puedan vincularse definitivamente con la etiología del trastorno.
Además, los cambios genéticos más comunes en la esquizofrenia adulta no son infrecuentes en individuos sanos. Por tanto, estos hallazgos no son concluyentes y aún no son útiles para mejorar el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
Vía i24News
Fuente Vis a Vis