Por Diego Salcedo
El plan es llevado por sectores republicanos, donde esperan tener la aprobación del sector demócrata en el Congreso.
Senadores republicanos introdujeron hoy formalmente a la Cámara Alta de Estados Unidos una iniciativa de ley que vincula a los cárteles mexicanos de las drogas con Al-Qaeda, Estado islámico, Hizbulá y Hamas, por lo que piden al Departamento de Estado su designación oficial como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO’s).
Bautizada como la iniciativa de Ley NARCOS, la iniciativa incluye en esa lista al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y a los de Sinaloa, del Golfo, del Noreste, Juárez, Tijuana, Beltrán-Leyva, así como a la Familia Michoacana y a los Caballeros Templarios.
La propuesta de ley, que aún le falta recorrer un camino en el Congreso para su posible aprobación legislativa, es impulsada por los senadores republicanos Lindsey Graham de Carolina del Sur y Mike Lee de Utah, e incluye como copatrocinadores a los legisladores de la misma Cámara John Kennedy de Mississippi, Marsha Blackburn de Tennessee, Josh Hawley de Arkansas y Steven Daines de Montana.
Los legisladores en su acta de propuesta no justifican o detallan porque vinculan a los cárteles mexicanos con los extremistas islámicos, solo los agregan en la lista para argumentar el motivo para designar a los narcos como grupos terroristas.
La designación dentro de la lista de organizaciones terroristas foráneas criminaliza a cualquier entidad o persona por proveer apoyo material o recursos a los grupos incluidos en la lista tales como propiedades, servicios, instrumentos monetarios, servicios financieros, equipo de comunicaciones, armas, sustancias letales, explosivos entre otros.
Una de las nuevas facultades que otorgaría la designación figura la posibilidad de que las entidades o/y personas chinas que suministran precursores químicos a los cárteles mexicanos, puedan ser acusados como cómplices de actividades de terrorismo internacional.
Los miembros de las organizaciones terroristas foráneas son considerados inadmisibles a Estados Unidos o deportables en caso de que se encuentre bajo custodia y cualquier institución financiera que tenga conocimiento de fondos de estos grupos tiene la facultad legal para congelarlos dentro del sistema bancario y financiero del país norteamericano.
Fuente Milenio.com