La Fragata de Isidro Casanova supo atravesar aguas turbulentas y sobreponerse a situaciones adversas para demostrar por qué es líder. Almirante Brown empató ante Gimnasia de Mendoza, rescatando un punto súper valioso de un partido chivo en su cancha. El Lobo viajó a Buenos Aires con el objetivo de ponerle un freno al puntero y con muy poco lo pudo incomodar.

Almirante no tuvo un buen arranque. La primera mitad del juego fue dividida, le cedió espacios a Gimnasia y el Lobo los supo aprovechar, así fue como llegó el gol: en un contraataque, Castro recibió afuera del área y con un remate potente la hundió en la red.

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A pesar de estar atrapado por el marcador, el puntero no bajó los brazos y a lo largo de los 90 minutos, de manera sostenida, logró la tenencia del balón con una gran presión tras pérdida pero sin poder generar el juego asociado que Orfila les pedía a sus muchachos desde el banco de los suplentes.
Almirante no es puntero por casualidad. Almirante es puntero porque logra generar buen juego y es efectivo en los últimos metros. El segundo tiempo fue una exhibición del local: llegó por todos lados pero la suerte no lo ayudaba.

Tardó en aparecer pero tuvo su merecida recompensa: tras un centro, Rivero cruzó la pelota al segundo palo del arquero Olivera. Empató sobre la hora y hasta pudo ganarlo. Almirante es puntero porque juega bien, pero sobre todas las cosas, porque no se da por vencido.
Fuente OLE