LA HABANA, Cuba.- El 31 de mayo de 1958, un año después de haberse iniciado su construcción, fue inaugurado el Túnel de La Habana, uno de los primeros accesos submarinos del mundo. Edificado bajo el mandato de Fulgencio Batista, figura entre las monumentales obras públicas de los años finales de la etapa republicana. Al frente del proyecto estuvo la empresa francesa Société de Grands Travaux de Marseille.
Por debajo de la bahía de La Habana, a lo largo de 733 metros, fue construida la impresionante estructura en condiciones extremadamente difíciles, debido al requerimiento de trabajar bajo el agua. El túnel está considerado entre los portentos de la ingeniería civil francesa, y una de las pocas maravillas constructivas que Cuba aún puede presumir.
La obra fue proyectada y dirigida por el ingeniero cubano José Menéndez Menéndez, quien junto a su equipo diseñó un sistema de tubos de hormigón reforzado, capaz de soportar el peso de toneladas de agua.
El túnel se encuentra a una profundidad de quince metros aproximadamente. En su interior presenta un excelente sistema de iluminación para facilitar la circulación cómoda y segura de miles de vehículos diariamente.
Si bien no es el único de su tipo en la capital cubana, se le conoce como Túnel de La Habana por su importancia como vía de conexión entre el centro de la ciudad y varios municipios periféricos.
Desde que fuera terminada su construcción, pocas veces ha cerrado para recibir mantenimiento. Hace varios años, la misma compañía que estuvo a cargo de su construcción llevó a cabo una reparación general, en la cual fueron subsanadas las fallas que podrían facilitar, en caso de ciclones o lluvias torrenciales, las penetraciones del mar en su área de enclave o por sus vías de acceso. Nunca ha habido un accidente por derrumbes o filtraciones internas.
Fuente Cubanet.org