LA HABANA, Cuba. “Estoy enfermo y solo; estoy viviendo malamente”, lamenta el exprisionero político Tomás Ramos Rodríguez (conocido como El Tigre), de 80 años de edad, tras una vida entera dedicada a la causa de la libertad de Cuba.
El luchador anticomunista mostró a CubaNet el peligro al que se somete diariamente al subir y bajar de su hogar debido al pésimo estado constructivo en que se encuentra la escalera que da acceso al lugar.
“La escalera está en mal estado y se está cayendo pero yo no tengo dinero para arreglarla; a decir verdad, no tengo dinero ni para comer”, lamentó el anciano.
Ramos Rodríguez asegura que la mayoría de los opositores cubanos que luchan en la Isla, al igual que él, no cuentan con ningún sustento económico; y resaltó que a pesar de ello nunca han dejado de luchar por una Cuba libre. Sin embargo, también reconoció que dicha situación es “muy dura”.
“De las personas que luchan actualmente en Cuba en contra del comunismo, se puede decir que el 80 por ciento de ellos no tiene ni para comprar un pan, porque no reciben ayuda económica de ningún tipo y, sin embargo, siguen luchando en contra del comunismo”, explicó.

“A esos cubanos dignos los siguen reprimiendo, los siguen metiendo preso, los torturan, les meten miedo, [y ellos] no tienen qué comer y ahí están. Dentro de ese grupo de luchadores que no tienen nada, pero que no claudican, estoy yo; y me siento orgulloso de eso a pesar de todo lo que estoy pasando”, resaltó el hombre.
Al morir su esposa, hace tres años, el anciano, quien padece de la enfermedad del Parkinson, quedó totalmente solo. “Solo mis libros me acompañan”, dijo a CubaNet.
Ramos Rodríguez también contó que se incorporó a la lucha anticomunista desde muy joven. Según asegura, militó y colaboró con organizaciones como la Rosa Blanca y 30 de Noviembre, entre otras.
Por su activismo político en contra del régimen de la Isla, fue enviado a prisión en tres ocasiones.
“Entre las tres causas fueron casi 30 años los que estuve preso; estoy vivo de milagro porque la primera vez me querían fusilar, pero no lo hicieron porque era menor, tenía 17 años”, recordó.
“Estuve preso en La Cabaña, en la prisión de Isla de Pinos y en el Combinado del Este. Conocí a grandes patriotas como [Pedro Luis] Boitel, Julio Emilio Carretero y a muchos más, hombres que han dado su vida por la libertad de Cuba, así que me siento honrado y orgulloso”.
Fuente Cubanet.org