
Los líderes de la OTAN elevarán su relación política con Ucrania en su cumbre de Vilna el 11 y 12 de julio, pero aún está lejos la incorporación de Kiev al tratado.
Los líderes de la OTAN elevarán su relación política con Ucrania en su cumbre de Vilna el 11 y 12 de julio e incrementarán su apoyo militar para que pueda ganar la guerra a Rusia, pero no le plantearán todavía la invitación a convertirse en miembro del club transatlántico, lo que le garantizaría la respuesta conjunta de toda la Alianza en caso de ataque.
“Confío en que encontraremos una forma unida de avanzar y de abordar las aspiraciones de adhesión de Ucrania”, resumió la semana pasada en una rueda de prensa el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien reconoció que los aliados siguen consultando cuidadosamente la redacción de la declaración de la cumbre, en la que se espera un paquete de medidas de respaldo a Kiev.
Para analistas, los aliados pueden ofrecer a Ucrania un modelo de seguridad como el que Estados Unidos da a Israel, incrementando la entrega de armas y tecnología.
En su cumbre de Bucarest de 2008, la OTAN afirmó que tanto Ucrania como Georgia se convertirían en miembros de la Alianza en el futuro, cuando estuvieran preparados para ello y los aliados así lo decidieran por unanimidad.
Es la política de “puertas abiertas” de la OTAN, que contempla incluso la asimilación de países de la antigua esfera soviética, lo que enfurece a Rusia, que ve su tradicional área de influencia amenazada.
En cualquier caso, la integración de Ucrania en la OTAN solo será posible cuando haya unanimidad entre los aliados y Stoltenberg ha reconocido que hay diferencia de puntos de vista.
En la Alianza hay unidad en el apoyo a Ucrania, pero no hay un acuerdo general en cuanto a la membresía, con dos grupos de países diferenciados. Ni siquiera el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está convencido de dar ese paso.
Con información de agencias.
Fuente Aurora