
La Operación Casa y Jardín, lanzada en la madrugada del lunes 3 de julio, provocó numerosas reacciones en las redes sociales palestinas, desde preguntas sobre la naturaleza de la operación hasta llamados a la venganza.
Por Orit Perlov
Se debatieron dos cuestiones centrales. En primer lugar: ¿hubo realmente aquí un elemento sorpresa, como en la Operación Escudo y Flecha en Gaza?
Según los palestinos, la respuesta es no.
De acuerdo con las publicaciones online, los habitantes de Yenín estaban preparados para una operación israelí, principalmente debido a tres señales: helicópteros que sobrevolaron Yenín en los últimos días, la retórica y los informes israelíes de cohetes lanzados desde el área de Yenín, que los palestinos alegan que se utilizaron para justificar una operación de amplia escala.
En segundo lugar, ¿hubo algo nuevo?
Aquí también, según los palestinos, la respuesta es no.
Los habitantes de Yenín no creen que haya una gran diferencia entre esta operación y la Operación Rompiendo la Ola. «Rompiendo la Ola” [en hebreo] tiene 10 letras, y “Casa y Jardín” [en hebreo] tiene 6 letras», me dijo sarcásticamente uno de los habitantes de Yenín.
Por supuesto, vieron que hubo ataques desde el aire y más fuerzas terrestres, pero no sintieron una diferencia esencial significativa entre las operaciones.
Con respecto a las múltiples arenas, el discurso palestino indica que Gaza está actualmente fuera del juego.
De los mensajes de los líderes de las facciones palestinas se desprende que no es el número de bajas lo que los llevará a abrir otro frente, sino el número de tanques.
Según ellos, si vieran tanques en el centro de la ciudad de Yenín, interpretarían esa imagen como un intento israelí de ocupar el área y, por lo tanto, habría una expansión de las arenas.
Al mismo tiempo, hubo críticas por la falta de intervención de las facciones palestinas contra Hamás y la Yihad Islámica en muchos videos online, incluidas críticas por el hecho de que no se unieron a la campaña.
Es importante prestar atención a los llamados a la venganza, que pretenden desviar la atención de Yenín a los centros de las ciudades israelíes.
Hubo muchos llamados a la venganza en el norte de Cisjordania: Nablus y Yenín, mientras que Ramallah, Jericó y Hebrón permanecieron callados y no se unieron al cierre de la economía. Es importante monitorear esta tendencia.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
Fuente Aurora