
Los movimientos antirreforma calientan motores para movilizarse mañana en una intensa jornada de protestas convocadas por todo el país que pretenden extender durante todo el día de forma masiva.
Manifestantes contra la reforma judicial protestaron esta tarde ante el Parlamento israelí, reunido en pleno mientras el Gobierno busca avanzar una ley que eliminaría el poder de la Corte Suprema para anular decisiones gubernamentales que ve «irrazonables».
Para mañana, martes, se ha convocado un «día de resistencia» en que el habrá protesta masivas por todo Israel contra el plan de reforma.
Los manifestantes se congregaron ante la sede del parlamento israelí (Kneset) en Jerusalén y una decena de personas consiguió irrumpir en el recinto, tras lo que fueron sacados y arrestados por la Policía.
Esto se produce contra un proyecto de ley que integra la reforma, y que la coalición derechista del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, busca avanzar esta noche en pleno en una votación en primera instancia, tras lo que quedarían dos otras dos para su aprobación final.
Esta norma anularía la doctrina de razonabilidad, que permite al Tribunal Supremo revocar decisiones gubernamentales con el argumento de si son razonables o no, uno de los pilares de la reforma judicial. Este plan, según sus detractores, socavaría la separación de poderes, coartaría la independencia de la Justicia y daría un poder casi ilimitado al Gobierno, que podría llevar a Israel al camino hacia la autocracia.
Los movimientos antirreforma calientan motores para movilizarse mañana en una intensa jornada de protestas convocadas por todo el país que pretenden extender durante todo el día de forma masiva.
Se prevé que el martes comience con cortes de carreteras, marchas y acciones de desobediencia civil, a lo que seguirá una movilización en el Aeropuerto Internacional Ben Gurión de Tel Aviv y posteriores manifestaciones en las ciudades israelíes hacia la noche.
Entre ellas, se prevé una protesta frente a la residencia del primer ministro en Jerusalén, una marcha ante la Embajada de Estados Unidos en Tel Aviv y una movilización por la mañana de los empleados en empresas de tecnología punta de Israel.
«No financiaremos una dictadura», aseguró hoy el colectivo de empleados de compañías Start Up movilizados contra la reforma.
Por su parte, el grupo que aglutina los grandes movimientos ciudadanos antirreforma remarcó que mañana será «un día crucial en que las masas en todo Israel protestarán y perturbarán el orden público a través de la no violencia y la desobediencia civil».
A su vez, también cargó contra la ley que pretende avanzar hoy la coalición, que consideró un primer paso para que «el poder judicial ya no sea independiente y no pueda anular decisiones del Gobierno que no sean razonables».
Todo ello sucede en un momento en que los grupos contra la reforma judicial han vuelto a ganar peso, en el marco de las protestas más multitudinarias en décadas en Israel que se realizan desde enero, y que a finales de marzo forzaron a Netanyahu a congelar el plan.
Tras ello, hubo negociaciones entre Gobierno y oposición para alcanzar un acuerdo, pero fracasaron y se suspendieron. Ante ello, el presidente israelí apeló hoy a volver al diálogo, mientras el Gobierno avanza hacia la reforma unilateralmente.
Con información de Efe
Fuente Aurora