
Varios pilotos de reserva -algunos de alto rango- anunciaron al comandante de la Fuerza Aérea, Tomer Bar, que dejarán de presentarse al entrenamiento a partir de la próxima semana.
Unos 170 reservistas de una unidad de élite de las fuerzas especiales de las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron que suspenderán su servicio a partir de la próxima semana, en protesta por la reforma judicial que impulsa el Gobierno para dar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia, informaron medios israelíes.
״Somos conscientes del daño potencial que podría causar el paro de nuestro servicio voluntario de reserva en la unidad, pero tal como están las cosas actualmente, no tenemos otra acción disponible para detener la destrucción que el proyecto de ley causará a todos nosotros”, indica una carta de los reservistas difundida por el Canal 12, dirigida al comandante de la unidad de élite Sayeret Matkal (Patrulla del Comando General).
Los firmantes de la carta expresaron su objetivo de incluir a otros 80 reservistas activos de Sayeret Matkal en el paro, lo que sumaría unos 250 elementos y podría suponer un golpe significativo para la preparación y operación de las fuerzas.
La prestigiosa unidad de élite Sayeret Matkal, en la que sirvió el propio Netanyahu y el ex primer ministro Naftali Bennett, es responsable de las misiones de recopilación de inteligencia en territorio enemigo y ha coordinado operaciones de rescate de rehenes y contraterrorismo.
El anuncio de paro de esta unidad se suma a otros en la esfera militar, que fueron reportados en los últimos días.
Varios pilotos de reserva -algunos de alto rango- anunciaron el viernes al comandante de la Fuerza Aérea, Tomer Bar, que dejarán de presentarse al entrenamiento a partir de la próxima semana, al igual que otros 106 reservistas de la Fuerza Aérea asignados en puestos que no son de combate, según la cadena nacional Kan.
Si bien varios altos funcionarios -incluido el ministro de Defensa, Yoav Gallant- han expresado su rechazo a la estrategia de los reservistas argumentando que pone en peligro la seguridad nacional, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, habría minimizado la cuestión.
Israel puede sobrevivir “sin unos pocos escuadrones”, mientras que «poner fin a la legislación significaría que no tiene sentido tener un poder Ejecutivo, ya que no puede hacer nada”, dijo Netanyahu a su círculo cercano, según una columna del diario Yedioth Ahronoth.
ISRAEL POLARIZADO
Netanyahu y sus socios ultraortodoxos y ultranacionalistas anunciaron en enero una reforma judicial que otorgaría más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia.
Desde entonces, el país se ha polarizado y surgió un histórico movimiento de protesta que aglutina diversos sectores -académicos, banqueros, militares y empresarios del pujante sector de la tecnología- que consideran que la reforma acabaría con la separación de poderes, limitaría las libertades individuales, acarreará graves consecuencias económicas y restaría atribuciones a la Corte Suprema, lo que llevaría a Israel hacia la autocracia.
El martes pasado, decenas de miles de israelíes protestaron en varias ciudades del país, e incluso bloquearon los accesos al aeropuerto internacional de Tel Aviv, en un «Día de Resistencia» que se saldó con 120 detenidos y más de 13 heridos leves en choques con las fuerzas de seguridad, que desplegaron a la Policía montada y cañones de agua para dispersar las manifestaciones.
Esta nueva protesta masiva fue convocada después de que el Parlamento -donde la coalición gubernamental tiene mayoría- aprobara en primera lectura un proyecto de ley que acabaría con la doctrina de razonabilidad, que permite al Supremo revisar y revocar decisiones gubernamentales que no considera razonables, uno de los pilares de la reforma.
Se espera que el domingo el Parlamento continúe el trámite para aprobar la doctrina de razonabilidad, para que sea votada definitivamente antes del 31 de julio.
En tanto, el movimiento de protesta convocó a un nuevo «Día de Resistencia» para el próximo martes, que marcará «una semana sin precedentes de resistencia civil y desobediencia», según los organizadores.
El domingo pasado, miles de personas, la mayoría reservistas de las Fuerzas de Defensa de Israel, se manifestaron frente a la casa del ministro Gallant para que pida públicamente la suspensión de la polémica reforma, como ya lo hizo en marzo ante las protestas masivas y varias cartas de reservistas o pilotos de la Fuerza Aérea negándose a presentar servicio si ese proyecto seguía en pie.
Para esta misma noche, se esperan protestas en todo el país por el 28º sábado consecutivo contra la reforma.
Una encuesta del Canal 12 mostró el viernes que el 67 % de los israelíes teme una guerra civil. EFE y Aurora
Fuente Aurora