CDMX, México. – Este lunes, 17 de julio, una veintena de madres había planificado protestar en la Plaza de la Revolución con sus hijos en brazos o de la mano. Habían acordado encontrarse frente a la Biblioteca Nacional y de ahí caminar un kilómetro hasta el memorial José Martí.
En lo adelante, no tenían claro qué hacer: ¿Portar carteles? ¿Gritar sus reclamos? ¿Quedarse en silencio y esperar a que alguien las atendiera? ¿Qué podía ser menos peligroso en Cuba, donde está criminalizada la protesta ciudadana, aunque sea pacífica? Fue lunes, llegó la hora pactada y las mujeres no llegaron a tener una respuesta porque la policía política disolvió el intento de protesta poco después de que empezaron a organizarse.
El jueves 13 de julio varias madres, que en su mayoría solo se conocían en el espacio virtual, decidieron crear un grupo de WhatsApp donde debatir y ponerse de acuerdo. El grupo tenía una sola administradora que agregaba a las nuevas integrantes. El objetivo era coordinar un reclamo colectivo para denunciar la rutina de privaciones y abusos que sufren ellas y sus hijos.
Estaban, además, intentando comunicarse con mamás de todo el país para que fuese un reclamo nacional.
Menos de 48 horas después de crearse el grupo, la policía política cubana rastreó a las participantes mediante sus números de teléfono y les tocó las puertas.
Sobre las 10:00 de la mañana del pasado sábado, un oficial fue a casa de Y. y le mostró su carné de la Dirección de Inteligencia. La visita fue rápida.
“Le preguntó a mi vecina por mi nombre y llegó a mi casa. Se limitó a decirme que yo sabía por qué él venía y que me olvidara de salir el lunes”, detalla Y., quien tiene dos niñas, la menor de nueve meses.

Ese día, la cubana residente en Guanabacoa no fue la única que recibió la inesperada “visita”. “Todas las mamis del grupo confirmaron que las buscaron y fueron a sus casas para intimidarlas”, agrega la fuente. La Seguridad del Estado dispuso los recursos, el combustible y los oficiales necesarios para amenazar a un grupo de madres en cuestión de horas.
Con la administradora del espacio virtual, la dinámica fue distinta. “A la mami que creó el chat la citaron en la Policía de su municipio y le dijeron que al abrir un grupo de manifestantes estaba incurriendo en un delito penal y podían procesarla. Todas tenemos niños que dependen de nosotras. No podemos ir presas”, explicó K., otra madre que era miembro del grupo y que se retiró de él luego de las intimidaciones.
¿Por qué querían protestar?
Unas semanas atrás, en las bodegas les habían notificado que solo los menores de seis meses recibirían la leche en polvo entera (conocida como “la amarilla”), mientras que los que ya pasaran del primer semestre de vida tendrían acceso a la leche sin grasa (“la blanca”) recetada para las personas diabéticas en Cuba.
Además de que el gusto al paladar es muy diferente entre una y otra variante (por lo que muchos bebés no quieren la leche blanca), varias madres consultadas por CubaNet dijeron que la leche para diabéticos les ha provocado vómitos y diarreas a sus hijos. Incluso, algunos la rechazan totalmente y no están alimentándose.

Sin embargo, la mayor preocupación de las mamás era, y sigue siendo, que los niños necesitan leche entera, no leche para diabéticos. De hecho, “un niño de uno o dos años de edad debe tomar únicamente este tipo de alimento. Esto se debe a que el cerebro en desarrollo (…) necesita la grasa de la leche entera”, explica un artículo publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Después de los dos años de edad, es que algunos niños pueden tomar leche baja en grasa si tienen sobrepeso, especifica la publicación.
Este artículo y otros fueron compartidos entre las madres del grupo, quienes a todas las carencias que deben aguantar cada día (desde la falta de electricidad hasta comida) ahora suman esta.
“Hace rato que lo que estamos pasando rebasó los límites de lo soportable. Vamos a un hospital y no hay medicinas, tenemos que mandar a los niños a la escuela y no tenemos merienda. Ahora nos quitan la leche y nos dan esa harina”, agrega Y. “ Nos tienen al borde de la locura y si hoy no salió ninguna es por miedo, porque nos cazaron una a una, pero no sé cuánto más aguantaremos”.
Fuente Cubanet.org