
LA HABANA. Cuba.- El 8 de agosto de 1919 nació en La Habana el escritor y periodista Oscar Hurtado, considerado no solo el padre de la ciencia ficción en la Isla, sino también de la literatura fantástica, policíaca y de terror.
Pasó buena parte de su juventud en Estados Unidos antes de regresar a su país natal, en 1959. Pese a su fascinación por los géneros literarios antes mencionados, no sobresalió como escritor, sino como difusor de este tipo de obras.
Sus conocimientos lo llevaron a dirigir el sello editorial Dragón, primero en Cuba dedicado a promover la literatura policíaca, de terror y ciencia ficción, a través del cual los insulares conocieron las obras de Isaac Asimov, Ray Bradbury, Arthur Conan Doyle y C.S. Lewis. También fundó las colecciones Fénix y Cuadernos R, para dar a conocer la poesía y prosa cubanas, respectivamente.
Aparejada a su labor editorial, como periodista escribió muchos artículos sobre artes plásticas, ajedrez, misterios arqueológicos, cosmonáutica y otros temas poco abordados en la época. Publicó, además, un libro de cuentos y varios poemarios. Junto a la también periodista Évora Tamayo produjo el volumen Cien años de humor político y un ensayo sobre pintura cubana.
Sus prólogos dieron la bienvenida a los lectores en las primeras ediciones cubanas de La Guerra de los Mundos, de H.G. Wells, y Las Aventuras de Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle. Asimismo, tuvo a su cargo la primera compilación de cuentos de ciencia ficción realizada en Cuba, en 1969, que incluyó a autores nacionales y extranjeros.
Oscar Hurtado se apasionó por un género que no ha tenido un camino fácil en Cuba. En la narrativa cubana contemporánea, la ciencia ficción ha tenido su máximo exponente en el escritor José Miguel Sánchez (YOSS).
Tras su muerte, la obra de Oscar Hurtado fue celosamente atesorada por la escritora cubana Daína Chaviano en el volumen Los papeles de Valencia el Mudo (1983), antología que ella misma compiló y prologó, evitando así que el legado del padre de la ciencia ficción cayera en el olvido. Entre sus obras conocidas se incluyen La ciudad muerta de Korad y Paseo del Malecón.
Fuente Cubanet.org