Ramiro Enrique, hijo del Negro, consiguió una marca récord en el Orlando City de la MLS

Orlando City venció por 4-3 a Columbus Crew este sábado por la noche, en la 32° fecha de la MLS. Partidazo en Florida, porque estuvo repleto de goles y se definió en el último minuto, con final feliz para los locales. Pero todo gracias a Ramiro Enrique, hijo de Héctor (el Negro), quien convirtió un doblete milagroso para darle la victoria a su equipo y sellar una marca récord en su club.

Fue un partido de locos, porque Columbus Crew comenzó arriba tras abrir el marcador a los 15′. Martín Ojeda, ex Godoy Cruz, le dio el empate parcial a Orlando a los 47′, con una jugada bien construida por su equipo. Pero la ilusión parecía desmoronarse rápidamente para Orlando, que se pondría 1-3 abajo tras los tantos de Diego Rossi (55′) y Juan Camilo Hernández (67′).

Facundo Torres descontó para Orlando a los 72′ y, con la capa de héroe, apareció Enrique, quien, en cuestión de poco más de diez minutos, terminaría dándole la victoria a Orlando City. A los 85′, Ojeda lanzó un centro y el rebote terminó en los pies de Ramiro, quien sacó un zurdazo para el 3-3 de los locales. Y el equipo, lejos de bajar la marcha, se mandó lanzado a buscar la victoria en los últimos minutos.

Con empuje, y con un Columbus visiblemente presionado por la posibilidad de que se le escape la victoria, llegó el gol de Orlando. Otro centro y otra pelota suelta terminó en los pies de Enrique, quien remató y marcó el 4-3 definitivo en la última pelota del partido. Milagrosa noche para el hijo del Negro, campeón del mundo en el Mundial de México 1986.

Y, según informó la propia MLS, con su gol del empate a los 86′ y el gol de la victoria a los 97′, Enrique se convirtió en el primer jugador en la historia del club en marcar tanto el gol del empate como el de la victoria en el minuto 85 o después.

“Simplemente pura felicidad. Feliz de marcar los goles. Lo primero, contento por los tres puntos. Hay muchas cosas pasando por mi cabeza ahora mismo. Mi familia, mis amigos… Estoy muy feliz en este momento”, expresó post partido Enrique.

Tras ser consultado por lo que significa haber ayudado de esa manera al equipo, Enrique sostuvo que es a lo que todo futbolista aspira: “Creo que como jugador, eso es lo que siempre querés. No importa la cantidad de trabajo duro que dediques, el primer objetivo siempre tiene que ser impulsar al grupo más allá, hacer todo lo posible para ayudarlo a lograr lo máximo que pueda y continuar hacia adelante. Ya sea que te seleccionen como titular, suplente o incluso fuera del grupo, tenés que hacer lo que sea mejor para el equipo, para seguir impulsándolos más y hacia más éxito. El primer y único objetivo del grupo es ganar. Creo que, como jugador, poder hacer eso es fantástico”.

“Como delantero siempre hay que pensar que tengo que estar en el juego, que tengo que estar disponible. Cuando la pelota llegó a Tincho (Ojeda) pensé que quizás estaba en fuera de juego en ese momento. Me quedé donde estaba y el resto de la jugada vino hacia mí y solo hay que tener fe en que a medida que la pelota avanza, encontrará su camino hacia vos, y tenés que estar listo”, concluyó Enrique.