El expresidente de la Generalidad de Cataluña Jordi Pujol es uno de los socios del FC Barcelona con más de 75 años de antigüedad que este lunes por la tarde han recibido, de manos del presidente blaugrana, Joan Laporta, la insignia de oro y brillantes del club.
En un acto celebrado en el Auditori 1899, al que también ha asistido el directivo responsable del área social, Josep Ignasi Macià, Pujol ha sido distinguido junto a otros trece socios y socias con la ilustre insignia blaugrana.
«Se hicieron socios en una época de dificultades, en un país desmenuzado en plena posguerra. Les agradezco que, con ese gesto, adquirieran un profundo compromiso ético, social y democrático con el club y el país», les dedicó Laporta a Pujol y resto de condecorados.
Además, el presidente ‘culer’ señaló a estos socios y socias como artífices del éxito del club. «Si somos el mejor club del mundo, es gracias a ustedes. Mientras yo sea presidente, el Barça seguirá siendo suyo, de sus hijos, de sus nietos y bisnietos», manifestó.
Después del acto, en un ambiente distendido, Jordi Pujol explicó que fue en 1936 cuando vio el primer partido del Barça, una semifinal de la Copa justo antes de que estallara la Guerra Civil.
A su lado, el presidente Laporta le recordó el momento en que el entonces jugador Hristo Stoichkov le hizo botar en el balcón de la Generalitat, después de ganar la Copa del Rey de 1997. «El Barça me ha hecho sufrir mucho y también me ha dado muchas alegrías», reconoció Pujol.
El expresidente de la Generalidad y su familia están siendo investigados por delitos de cohecho, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, malversación, falsedad, prevaricación y delito fiscal.
En julio de 2014, Pujol reconoció haber ocultado durante 34 años dinero –millones de euros– a la Hacienda Pública. Ese dinero, «ubicado en el extranjero», procedía de la herencia de su padre, según afirmó. El expresidente lamentó entonces no haber dado con el «momento adecuado» para regularizarlo.
Fuente ABC