
La Universidad de Turín, en Italia, tiene varios acuerdos de investigación con universidades e institutos israelíes. Recientemente, un grupo de estudiantes pidió por la revocación de esos acuerdos de colaboración.
El argumento principal para ese pedido es una preocupación por los usos a futuro de esas tecnologías o avances científicos que son producto de la colaboración. Cambiare Rotta y Progetto Palestina, los dos colectivos estudiantiles que presentaron el pedido, consideran que podrían estar financiando proyectos con fines militares para su uso en la guerra en Gaza.
Luego de que las dos organizaciones interrumpieran una sesión del senado académico con pancartas de protesta la semana pasada, el rectorado de la universidad decidió suspender la financiación de proyectos de investigación conjunta entre ambos países, pero por otro lado, rechazó el pedido de suspender todos los lazos con las universidades israelíes.
La decisión ha generado preocupación entre los líderes judíos italianos, incluso después de que el rector de la universidad enfatizara que la colaboración existente continuaría.
Susanna Terracini, directora del departamento de matemáticas, la única miembro del senado que votó en contra de la suspensión de la participación en el Acuerdo de cooperación industrial, científica y tecnológica Italia-Israel de 2024, expresó que no tendría problema en aprobar una solicitud de alto el fuego, pero que estaba “firmemente en contra de los boicots académicos, porque, al excluir posibles proyectos bélicos, las colaboraciones son un elemento que promueve el entendimiento y la paz”.
Luego de que se conociera la decisión de la universidad, Noemi Di Segni, presidenta de la Unión de Comunidades Judías Italianas, instó a la primera ministra Giorgia Meloni y a los administradores universitarios a que se respete y se actúe de acuerdo a la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto.
Fuente Aurora