Buenos Aires, 20 de abril de 2025. Total News Agency-TNA- El Gobierno argentino ha puesto en marcha una decidida ofensiva contra las remarcaciones de precios, instando a los consumidores a evitar la compra de productos que presenten aumentos injustificados. En este contexto, el ministro de Economía, Luis Caputo, ha expresado su apoyo a los supermercadistas que se han negado a aceptar listas de precios infladas provenientes de grandes fabricantes como Unilever, Molinos y SC Johnson.
Molinos, en un giro inesperado, ha decidido revertir sus ajustes de precios, un hecho que ha sido aplaudido por Caputo. Este movimiento ha llevado a los analistas económicos a prever que el costo de vida de abril podría situarse por debajo del 3,7% registrado en marzo, acercándose más al 3%.
El economista Fausto Spotorno ha compartido su análisis sobre el impacto de estas medidas en los precios y ha afirmado que se espera que la inflación de abril cierre en torno al 3%. Según Spotorno, “no hay, por ahora, un incremento producto del fin del cepo. Sin embargo, anticipamos que en mayo podría haber un repunte”.
La reciente desaceleración en la cotización del dólar, junto con la expectativa oficial de que el tipo de cambio podría continuar bajando, incluso alcanzando la franja de $1.000, refuerza la proyección de un menor impacto inflacionario. El nuevo esquema cambiario implementado por el Gobierno establece una flotación entre bandas de $1.000 a $1.400, lo que implica que, a menos que se superen esos límites, la administración de Javier Milei no intervendrá en el mercado cambiario.
Desde la eliminación del cepo, oficializada el lunes pasado, el dólar oficial alcanzó un pico de $1.250, cerrando la semana en $1.160. Spotorno explicó que “en la negociación de precios había una mezcla de dólares que se utilizaba, lo cual era uno de los problemas del cepo que mantenía a la economía restringida. Muchos tenían dificultades para importar y acceder al dólar oficial, lo que hacía que cada vez que el blue subía, también lo hicieran los precios”.
Con la eliminación del cepo, se espera una mayor entrada de productos del exterior, lo que aumentará la competencia y presionará sobre los márgenes de aquellos que compiten con las importaciones. Esto se traduce en una negociación más activa y en la intención de muchos de trasladar costos, mientras el mercado señala la falta de liquidez.
Spotorno prevé que las medidas del Gobierno no generen un impacto inmediato en la inflación. “Para abril, esperamos un 2,9%, quizás llegue a 3%. Esto sería más bajo que marzo. En la primera quincena, hemos visto caídas significativas en los precios, como el caso del cajón de tomate, que pasó de $50.000 en marzo a $25.000 en abril”, destacó.
El economista también señaló que muchos de los aumentos en alimentos durante marzo fueron de carácter estacional, a excepción de la carne. En abril, antes del anuncio de la salida del cepo, se observaron caídas en esos mismos precios que habían aumentado.
Con estas medidas, el Gobierno busca no solo estabilizar el mercado, sino también ofrecer un respiro a los consumidores en un contexto económico desafiante.
TNA